La segunda fuerza guerrillera de Colombia pidió el lunes al gobierno que retire las fuerzas militares de una región selvática y montañosa del norte del país para liberar a cinco turistas extranjeros secuestrados, una condición que previamente rechazó el presidente Álvaro Uribe.
"Como muestra de nuestra flexibilidad y madurez para evitar una tragedia nos proponemos liberar a los retenidos en los próximos días, ojalá antes de que termine el año", dijo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un comunicado.
"Se necesita que el gobierno desmilitarice el área en donde se adelantará la operación de la liberación, de tal manera que se garantice la seguridad de los retenidos y de nuestras unidades", agregó el grupo rebelde.
Pero la semana pasada Uribe anunció que las Fuerzas Militares no saldrán de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde permanecen los cuatro israelíes y un británico secuestrados, hasta que desaloje de la región a los terroristas.
El ELN, al igual que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), son consideradas como organizaciones terroristas por Estados Unidos.
Uribe, quien impulsa una agresiva campaña militar que incluye aumento del presupuesto y del número de efectivos de las Fuerzas Armadas buscando derrotar a los grupos armados ilegales, ha hecho de la lucha contra el terrorismo una de las prioridades de su gobierno.
El ELN, que cuenta con unos 5.000 combatientes y frecuentemente ataca la infraestructura petrolera y energética del país, secuestró el 12 de septiembre a ocho turistas cuando visitaban unas ruinas indígenas en la Sierra Nevada de Santa Marta, unos 800 kilómetros al norte de Bogotá.
Uno de los rehenes, un joven inglés, escapó, mientras que los rebeldes liberaron a finales de noviembre a un español y a una alemana.
La semana pasada el ELN acusó al ejército de "sabotear" la liberación de los israelíes Benny Daniel, Ido Guy, Erez Altawil y Orpas Ohayon, así como del británico Mark Henderson, con el frecuente desembarco de tropas y las operaciones en la zona en donde permanecen los secuestrados.
Colombia es considerada como la capital mundial del secuestro. En el 2002 se reportaron 2.986 casos, incluidos los de 30 extranjeros.
La guerrilla secuestra a miles de civiles por los que cobra millonarios rescates para financiar parte de sus ejércitos irregulares que combaten en medio de un conflicto interno de casi cuatro décadas y que deja miles de muertos al año, aunque en esta ocasión se trató de una retención política.