El delantero del Juventus de Turín David Trezeguet, un futbolista francés pero de padres argentinos, consiguió en el transcurso del partido contra el Olympiacos griego el gol 3.000 en la historia de la Liga de Campeones bajo su actual denominación.
 
El "Gaucho Galo", sobrenombre que recibe Trezeguet en Italia, contribuyó con dos tantos a la victoria histórica del Juventus de Turín (7-0) frente al Olympiacos, que es la mayor diferencia de goles jamás conseguida en este nuevo formato de la Liga de Campeones.
 
Trezeguet, por mala fortuna, acabó lesionado y tuvo que retirarse en camilla del terreno de juego, en el minuto 58 de partido, pero ya había inscrito su nombre en los libros de historia del torneo al conseguir en el minuto 25 su segundo gol del encuentro y el tercero de su equipo, que se convirtió en el 3.000 de la historia.
 
Un gol con menos historia pero decisivo fue el que anotó el brasileño Diego Rincón, del Dinamo de Kiev, que echó de la Liga de Campeones al Inter de Milán por la puerta de atrás.
 
Rincón, a cuatro minutos del final, empató el encuentro disputado en Kiev, aunque irónicamente tampoco sirvió para que el conjunto ucraniano continuase su andadura en la máxima competición de clubes en Europa.
 
En esa última jornada de la fase por grupos de Liga de Campeones, los futbolistas españoles también tomaron el protagonismo en la clasificación para los octavos de final de todos los clubes de España en esta competición.
 
El tanto de Jesuli, primero, y luego el de José Ignacio, ambos del Celta de Vigo, dejaron sin efecto el único gol, obra del brasileño Kaká, que anotó el Milán italiano, el vigente campeón de Europa.
 
El equipo gallego se repuso al primer tanto milanista gracias a dos jugadores españoles, Jesuli y José Ignacio, para consumar su clasificación para los octavos de final con un triunfo por 1-2 histórico en San Siro.
 
Mientras el argentino Santiago Hernán Solari daba el único gol al Real Madrid en el Bernabéu, en su empate más que suficiente frente al Oporto, otros futbolistas nacidos en España iban a asumir la responsabilidad para asegurar la clasificación también de la Real Sociedad de San Sebastián y del Deportivo de La Coruña.
 
El resultado en San Sebastián fue raquítico (1-1), pero la Real Sociedad pasó a la siguiente ronda gracias al tanto marcado por De Paula en el minuto 51, que dejaba sin efecto el gol del turco Hakan Sukur, del Galatasaray.
 
Otro hombre decisivo: el internacional español Albert Luque. Apareció el delantero sobre el terreno de juego del PSV Eindhoven holandés en el minuto 55 y, pocos segundos después, anotaba el primer tanto del conjunto coruñés al saque de una falta. Un gol espectacular que dejaba el marcador en un ajustado 2-1.
 
Luque, un cuarto de hora después, dio un pase magistral al ariete uruguayo Walter Pandiani, quien redondeó el trabajo goleador para igualar la contienda a dos goles, y sin apenas tiempo para que el PSV pudiese evitar la clasificación del Deportivo.
 
El "Depor" cayó finalmente en Eindhoven (3-2), una derrota corta que permitía al equipo de Javier Irureta seguir adelante hacia los octavos de final del torneo.
 
España consiguió clasificar a sus cuatro clubes e Inglaterra a tres, lo que contrata con el ligero declive del fútbol italiano tras la eliminación del Lazio e Inter de Milán, aunque sí jugarán los octavos de final Juventus y Milán.