Boca Juniors emprendió este lunes el largo viaje hacia Japón, donde el domingo buscará sumar un nuevo título internacional a sus vitrinas cuando enfrente al Milan de Italia por la final de la Copa Intercontinental.
El técnico Carlos Bianchi afirmó que Boca va a Japón con las mismas posibilidades que el Milan: 50-50.
La nutrida delegación, integrada por 39 personas entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes arribará recién el miércoles a Tokio -previa escala en Sao Paulo y Los Angeles- tras lo cual se trasladará a Yokohama, sede del partido.
Boca, flamante campeón del fútbol argentino, jugará su tercera final Intercontiental en cuatro años, todo un récord desde que la misma se disputa en Japón: en el 2000 le ganó al Real Madrid y en el 2001 perdió contra el Bayern Munich.
Llegamos bien, con el título del Apertura, en un muy buen nivel futbolístico, pero sabiendo que jugaremos contra una potencia del mundo, dijo el técnico Carlos Bianchi, que ya se dio el gusto de ganarle al Milan la Intercontiental cuando dirigía a Vélez Sársfield en 1994.
Con ese título, sumado al que consiguió para Boca en 2000, Bianchi, de 54 años, podría convertirse en el entrenador más ganador de esta competencia si su equipo supera al conjunto rossonero.
Va a ser un partido difícil porque el Milan tiene jugadores de primer nivel. Pero Boca no va a Japón de punto. Tenemos las mismas posibilidades que ellos, 50 y 50, sostuvo el Virrey.
El técnico anticipó que aún no sé quiénes van a jugar el domingo, aunque se sabe que sus dudas pasan por el mediocampo y la delantera.
En el medio, la incógnita es Javier Villarreal o Matías Donnet. En el ataque, hay tres para dos lugares: el brasileño Iarley, Carlos Tevez, recién recuperado de una lesión, y Guillermo Barros Schelotto.
Una preocupación del entrenador, al margen del potencial de su rival, es la adaptación de los jugadores al cambio de horario -12 horas de diferencia- y al frío clima de Japón.
A tal fin dispuso un riguroso plan, que incluye no dejar dormir a los futbolistas durante el vuelo por 20 horas. Para ello, se les dará una medicación especial y se mantendrán prendidas las luces.
Aunque llegan a Japón al mediodía del miércoles, los jugadores sólo se dedicaran ese día a caminar y recién entrenarán el jueves.
Para el arquero Roberto Abbondanzieri, el defensor Nicolás Burdisso y Barros Schelotto este es su tercer viaje a tierras niponas. Entre los debutantes, están Tevez y los colombianos Luis Perea -con grandes chances de ser titular- y Fabián Vargas.
Una caravana de autos con hinchas, tocando bocinas y alentando, acompañó al autobus que trasladó al equipo desde la concentración hacia el aeropuerto internacional de Ezeiza, donde otros 300 fanáticos los esperaban con banderas y gorros al grito de el que no salta no va a Japón.
Los jugadores, vestidos con traje azul y corbata del mismo color con rayas amarillas, especialmente diseñados para la ocasión, abordaron luego el avión, decorado con un gran escudo de Boca y la inscripción Campeón de América 2003.
Vamos con una gran fe y la esperanza de traer la Copa que tanto deseamos, dijo antes de partir el arquero Abbondanzieri, que hasta se atrevió a pronosticar que Boca será el ganador, porque el jugador argentino tiene ese plus que saca a relucir justamente cuando las circunstancias pueden ser difíciles.