El autor confeso de un acto de canibalismo  sin precedentes en la historia judicial alemana indicó este lunes durante su  juicio en Kassel (centro) que cuando la policía lo arrestó por haber matado y  consumido con su consentimiento, según él, a su primera presa, estaba buscando una nueva víctima por internet. 
 
Armin Meiwes, informático de 42 años, está acusado de "asesinato para  obtener placer sexual" por haber devorado a un hombre a quien halló por  internet. Todo fue filmado en un vídeo que ahora está en poder de la policía. 
 
En 2001, varios meses después de su acto caníbal, Meiwes escribió a un  amigo un mensaje electrónico diciéndole: "espero que pronto encontraré una  nueva víctima, ya casi no tengo carne". 
 
El antropófago relató que su víctima, un ingeniero berlinés de 43 años lo  decepcionó, especialmente porque le mintió sobre su edad y se negó, antes de  morir, a hacer el esfuerzo de conocerlo mejor. 
 
El "caníbal de Rotenburgo", como lo llama la prensa alemana, rechazó la  acusación de homicidio porque dijo que Bernd Juergen Brandes había sido un  cómplice consintiente. 
 
En la audiencia del lunes el acusado declaró que "matarlo fue una manera de  ayudarlo, ayudarlo a morir, de ayudarlo a suicidarse". 
 
Armin Meiwes lamentó no haber consultado antes a un psicólogo sobre sus  fantasmas de antropofagia, cosa que habría hecho que las "cosas no hubieran ido tan lejos.". 
 
Tras haber comido su primer ser humano, el caníbal admitió tener deseos de  "masacrar a otra persona, de despedazarla". Dijo también que contaba comer los  últimos trozos de la anterior en compañía de la víctima siguiente. 
 
Para la defensa Meiwes cometió "un asesinato a pedido" de la víctima,  crimen penado con cinco años de cárcel, en tanto que el fiscal tipificó el  homicio de "asesinato para obtener placer sexual" lo que, en caso de ser  condenado, acarrearía al acusado 15 años de prisión.