“Soy buena vendedora”, fue la expresión que utilizó Vannessa, de 17 años, al referirse a la venta de sus productos.
Ella, al igual que sus seis compañeras que habitan en el Hogar María José, estuvieron felices al ver que decenas de personas se acercaron ayer a observar y adquirir sus trabajos manuales, diseñados durante su estadía ahí.
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Los patios de la institución, ubicados en el kilómetro 4½ de la vía a la Costa junto al Riocentro Los Ceibos, se llenaron de adornos navideños, carteras, bolsos, zapatos, trajes de baño, todos tejidos.
Además se exhibieron ropa de bebés, sábanas y cortinas.
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Por otro lado, las internas junto con las estudiantes de quinto Qui-bio del Colegio Rosario Sánchez Bruno, que realizan sus brigadas, demostraron sus capacidades para elaborar cremas para el cuerpo. Ahora ellas producen sus productos de belleza.
“Vendo mis cremas dominicanas”, lo repite en varias ocasiones Viviana, de 15 años. El producto, explica la adolescente, está hecho a base de glicerina, alcohol y aceite de bebé, y se los adquiere por un valor de 50 centavos.
En la exposición estuvieron presentes los miembros del Departamento de Protección de Menores del Guayas.
La directora del instituto, Marlene Flores, explica que los fondos obtenidos se destinarán para cubrir los gastos de materia prima, ya que reciben trabajos bajo pedido. “Ha sido un incentivo para las jóvenes que la comunidad acudiera a ver sus obras”, indica la funcionaria.