Con un catálogo calificado como pornográfico por sus fotos y textos sobre sexo en grupo y masturbación, la marca de ropa desenfadada "Abercrombie & Fitch" llevó al extremo la máxima de que el sexo vende.
 
Nunca antes un catálogo de ropa había causado semejante escándalo en Estados Unidos: se trata del muestrario para la temporada de Navidad de "Abercrombie & Fitch", una popular marca dirigida a los jóvenes universitarios de clase media.
 
En la publicación de 280 páginas la vestimenta no es, sin embargo, la principal protagonista, ya que hay que sortear 120 páginas hasta llegar a las prendas en sí.
 
Antes, los clientes de "Abercrombie" se encontraron con las imágenes de un grupo de adolescentes desnudos durmiendo bajo un árbol de Navidad, rodeados de regalos, o en el campo, cruzando un riachuelo sin una triste camiseta que echarse encima.
 
"El sexo, tal y como lo conocemos, incluye a una o dos personas. Pero, por qué no a más?", dice la revista.
 
El texto continúa de esta guisa: "El menage a trois (tres personas) es una configuración habitual. Una orgía puede incluir a una cantidad ilimitada de amantes. Los grupos pueden ser mixtos o del mismo sexo, amistosos o anónimos. Una alternativa placentera y súper segura es la masturbación en grupo".
 
La publicación se refiere a la importancia de tener muchas experiencias sexuales cuando se está en edad universitaria, e incluye una carta a Papá Noel en la que pide perdón a la gente a la que ha ofendido a lo largo de los años, entre los que se encuentran "las niñas que llevan tangas", la iglesia Católica, los vegetarianos, la señora Claus y los impotentes.
 
A pesar de que advertía en su portada de que se trataba de un producto para mayores de 18 años, grupos conservadores, católicos y asociaciones de padres planean lanzar un boicot contra la "Abercrombie" por promover la promiscuidad sexual.
 
Según la Coalición Nacional para la Protección de los Niños y las Familias, más de 20.000 personas ya han firmado una escrito de protesta por las prácticas publicitarias de la compañía con sede en New Albany, en el estado de Ohio.
 
En vista de la que se ha armado, "Abercrombie" decidió retirar el catálogo de las estanterías de 300 tiendas, con la excusa de que necesitaba hacer sitio a un nuevo perfume. Lo hizo señalando, además, que esta primavera lanzará otra publicación no apta para remilgados.
 
La marca, cuyos modelos suelen ser inmaculados jóvenes, rubios y de ojos azules (ellos y ellas), está acostumbrada a la polémica, y con anterioridad fue acusada de racista por impedir que en sus tiendas trabajen dependientes de raza negra.
 
Tampoco sentó bien que la tienda vendiese tangas a niñas de ocho años con las palabras "bésame". Y, tras los ataques terroristas del 2001, la empresa retiró de las tiendas su catálogo reconociendo que el material "picante" estaba fuera de tono con el estado de ánimo del país.
 
Por supuesto que este no es el único producto que utiliza el sexo para venderse. Ahí están las modelos de la marca de ropa interior "Victoria Secret", por ejemplo, o programas de televisión como "Skin", donde los protagonistas son actores porno.
 
Sin embargo, a pesar de que el país ya está más que acostumbrado al sexo -posiblemente gracias a Internet, donde este ingrediente copas las páginas web- "Abercrombie" podría haber llevado las cosas demasiado lejos.
 
O no: los catálogos ya no se pueden conseguir en las tiendas pero se venden como churros en la popular página de subastas por internet eBay, por 48 dólares cada ejemplar (el producto normalmente cuesta siete dólares).
 
Lo que muestra que, si lo que buscaba era atención, desde luego la ha conseguido. Qué mejor publicidad que el escándalo.