El Estado italiano pagará la cantidad de 1.000 euros a las familias por cada nuevo hijo que tengan a partir del segundo, en una medida encaminada a fomentar la natalidad.
La medida, que entrará en vigor a partir del próximo 1 de diciembre, fue incluida en los Presupuestos generales de 2004.
Según informó hoy el ministerio de Trabajo y Asuntos sociales, se trata de una iniciativa "que trata de reequilibrar el problema demográfico" en Italia.
El titular del departamento, Roberto Maroni, señaló hoy su satisfacción por esta medida, que consideró "fundamental para el sostenimiento de la familia, un pilar central de la sociedad".
Los padres que deseen beneficiarse de la subvención deberán solicitarla en su municipio de residencia, que la tramitará a través del Instituto nacional de previsión social (INPS).
El Ejecutivo de Silvio Berlusconi ha llevado a cabo diversas iniciativas con el fin de evitar el envejecimiento progresivo de la población italiana, que se encuentra entre las que tienen una menor tasa de natalidad de toda Europa.
Entre ellas figuran conceder a familias con hijos una mayor flexibilidad de horarios de trabajo, desgravaciones fiscales y ayudas económicas directas.
Italia es una de las naciones con la tasa de natalidad más baja del mundo, con 1,14 hijos por mujer, y una elevada esperanza de vida, de 75,8 años para los hombres y 81,7 para las mujeres, según datos de 2002.