Pampuro dijo que existe “una presunción de distintos organismos de inteligencia internacionales sobre la posibilidad de que Argentina tuviera algún problema de este tipo”.

El funcionario señaló que se incrementó la vigilancia en algunas zonas del país. “Se aumentará el control de ingreso y egreso del país en lugares estratégicos”, dijo.

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Pampuro indicó que por informes de inteligencia el eventual atentado puede dirigirse contra objetivos españoles, británicos o estadounidenses, aliados en la invasión a Iraq.

Los recientes atentados contra objetivos judíos y británicos en Turquía hacen suponer a los organismos de inteligencia internacionales que pronto puede haber ataques en otras regiones del mundo.

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Por lo tanto se refuerzan las medidas de seguridad en las embajadas de Gran Bretaña, Italia y España, así como en los principales centros de la colectividad judía de Buenos Aires.

En la representación británica se colocó una tanqueta de la Policía Federal y se aumentó la vigilancia.
Similares medidas se adoptaron en las otras sedes diplomáticas.

Abraham Kaul, presidente de la principal organización judía de Argentina (AMIA, que sufrió un atentado en 1994), dijo que para los grupos extremistas este país puede ser “un blanco más fácil”.