Los ministros de Justicia de la Unión Europea acordaron este jueves endurecer la legislación antidrogas, pero Holanda dijo que sus controvertidos "coffee shops", donde el cannabis se vende y se fuma abiertamente, no serán cerrados.
 
Tras más de dos años de negociaciones y una larga disputa entre Holanda, Suecia y Francia, los ministros respaldaron provisionalmente la armonización de las legislaciones nacionales para que el bloque sea más eficiente en la lucha contra las drogas ilegales.
 
Las leyes cubren todo tipo de tráfico de drogas, desde las redes locales a operaciones internacionales a gran escala.
 
No obstante, el ministro de Justicia holandés, Piet Hein Donner, dijo que la política de su país de permitir el uso y venta de cannabis en los "coffee shops" controlados continuaría.
 
Según las reglas acordadas, la oferta, venta o producción de drogas debería ser sancionada con penas de prisión de entre uno y tres años. En casos que impliquen tráfico de drogas a gran escala internacional, las sanciones serán de entre cinco a diez años.
 
El acuerdo se congeló durante un tiempo porque París y Estocolmo querían penas de cárcel más duras para ofensas menores, una iniciativa a la que se opone Amsterdam dada su tolerancia al uso de las denominadas "drogas blandas" como el cannabis.
 
Suecia también solicitó a Holanda que cerrara los "coffee shops", donde durante treinta años se ha permitido fumar y comprar cannabis abiertamente.
 
Se alcanzó un acuerdo después de que Holanda acordara incrementar sus sanciones por la posesión de pequeñas cantidades de un mes a un año. Los estados miembros también acordaron una declaración para hacer hincapié en la importancia de luchar contra el turismo de drogas.
 
Donner dijo que el acuerdo no afectaría a las reglas holandesas sobre los "coffee shops".
 
El uso de drogas en el seno de la UE se ha estabilizado tras años de gran crecimiento, según un informe de la agencia de vigilancia de drogas establecida en Lisboa.
 
Según un informe del 2002, entre un 25 y 30 por ciento de los adultos en Dinamarca y Reino Unido habían probado el cannabis al menos una vez. Anfetaminas, cocaína y éxtasis han sido utilizados por entre un uno a un cinco por ciento de los encuestados.
 
Pero en los diez países que se incorporarán al bloque el año que viene, el uso de drogas se ha incrementado de forma dramática, al pasar de ser áreas de tránsito para el tráfico de drogas hacia la UE a convertirse en nuevos mercados lucrativos.
 
La Comisión Europea debe evaluar las normas tres años después de que entren en vigor, para asegurar que funcionan como estaba previsto. Las reglas entran en vigor 18 meses después de ser aprobadas formalmente por los ministros.