El asesinato del presidente John F. Kennedy no fue resultado de una conspiración política, sino un acto casi espontáneo de un individuo atribulado que deseaba llamar la atención, dijo el hermano de Lee Harvey Oswald.
Oswald había estado deprimido, desde su infancia sentía que nadie lo quería y buscaba una fórmula para ocupar el centro de la atención pública, dijo Robert Oswald en dos programas televisivos nacionales, en el 40º aniversario de la muerte del presidente.
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No hubo conspiración alguna, aseguró.