El presidente Vicente Fox desafió a las autoridades militares al revocar la sentencia de muerte de un soldado y permutarla por 20 años de cárcel. 
 
Fox indultó la noche del miércoles al sargento de infantería Angel Velázquez, que en 1997 fue declarado culpable por un tribunal militar, acusado de matar a su superior. Agustín Gutiérrez, portavoz de Fox, informó sobre el indulto. 
 
Gutiérrez no proporcionó más información sobre el caso de Velázquez, pero dijo que el soldado agotó todas sus apelaciones posibles a principios de este año, lo cual provocó la intervención presidencial para detener su inminente ejecución. 
 
El vocero agregó que Fox piensa permutar la pena de muerte del subteniente Herón Varela, de 24 años, otro soldado que este mes fue condenado a muerte, también por matar a su superior, en otro caso que ha acaparado la atención mundial. 
 
El presidente pretende detener la muerte de Herón Varela cuando concluya su proceso de apelación, dijo Gutiérrez en entrevista telefónica. Pero reconoció que el proceso de apelación de Varela podría tomar años. 
 
El ministro de la Defensa de México, Gerardo Clemente Vega, dijo a la cadena de televisión Televisa en una entrevista la noche del miércoles que el caso de Herón podría seguir el mismo sendero que el de Velázquez y que podría ser perdonado. 
 
Aunque la constitución y el Código de Justicia Militar permiten ejecuciones, Fox ha cabildeado vigorosamente para proteger los derechos de los mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos. Además, la pena de muerte no ha sido puesta en práctica en México en décadas. 
 
A pesar de ello, la decisión de Fox de desafiar la orden de la corte militar sorprendió a muchos que vieron al ejército como una institución con la que el presidente no quería inmiscuirse en sus asuntos internos. 
 
El ejército tiene mucho poder y es renuente a que le cuestionen sus áreas de competencia, dijo Miguel Carbonell, investigador del Instituto de Investigaciones Judiciales de la Universidad Nacional Autónoma de México. 
 
La familia de Varela insiste en que el joven soldado actuó en defensa propia y también había sido objeto de un constante acoso sexual por un colega homosexual en las instalaciones militares de Ciudad Juárez, que colinda con El Paso, Texas, al otro lado de la frontera. 
 
Mi hijo mató al coronel, pero fue provocado, dijo Eva Flores el miércoles en entrevista con The Associated Press. 
 
Afirmó que el enfrentamiento en febrero ocurrió por el acoso sexual continuo de parte de un soldado varón asistente del coronel. 
 
Mi hijo me dijo, No me insubordiné. Me defendí porque iba a matarme, agregó Flores. 
 
Varios grupos por los derechos humanos ya señalan el caso de Varela como evidencia de que las cortes militares mexicanas carecen de independencia con respecto a la cúpula militar como para operar de manera eficiente.