Al menos cinco personas murieron y cerca de 40 resultaron heridas en el atentado perpetrado hoy contra la representación del partido Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) en la ciudad de Kirkuk, al norte de Iraq.
 
El atentado fue perpetrado hacia las 10h30 hora local (07h30 GMT) con un coche-bomba que explotó al lado del edificio del partido kurdo, situado en el distrito de Adnan y próximo a la sede de la administración de esta ciudad petrolera.
 
Varios oficiales de la UPK indicaron a EFE que el coche-bomba, que era de color blanco y de la marca Nissan, explotó cuando se encontraba parado y con el conductor aún en su interior.
 
"El conductor se quedó en el coche, y al parecer activó la carga explosiva", dijo el portavoz de la UPK, Omar Gharib, mientras varias decenas de trabajadores recogían por los alrededores los restos esparcidos del vehículo.
 
En torno al lugar de la explosión, la policía y los guardas de seguridad de la UPK recogieron restos humanos, al parecer del conductor.
 
El portavoz de la formación política kurda precisó que cuatro de las víctimas mortales era muchachas y la otra una maestra de escuela secundaria de Al Rafeda, ubicada frente al edificio de color verde y blanco que alberga las oficinas de la UPK, y antes las del partido Baaz, el sostén político del derrocado régimen de Sadam Husein.
 
"Cuando se produjo la explosión, por la calle caminaban muchas muchachas", explicó Ahmed Alsawa, funcionario del ministerio de Educación, que en ese mismo instante salía de su oficina, situada a menos de cien metros de la representación de la UPK.
 
En el hospital general de Kirkuk fueron ingresadas 39 personas heridas, entre ellas nueve en estado muy grave, la mayoría escolares del centro de enseñanza Al Rafeeda, indico el jefe del servicio de urgencia, doctor Mohamed Hashem.
 
Entre los heridos figuran también cinco guardas de seguridad de la UPK.
 
El jefe de la policía de Kirkuk, coronel Sherku Shaker, explicó que el vehículo empleado en el atentado portaba unos 200 kilos de explosivos.
 
El atentado en Kirkuk, a unos 290 kilómetros al norte de Bagdad, tuvo lugar casi al mismo tiempo que los dos sucedidos en Estambul (Turquía) contra intereses británicos y cuando el presidente de la UPK y del Consejo de Gobierno iraquí, Yalal Talabani, se encuentra en visita oficial a Ankara.
 
Es la primera vez que la representación de la UPK en Kirkuk, ciudad en la que no se diluye la tensión étnica, es objetivo de un atentado.
 
"Ha sido una acción criminal que persigue crear inestabilidad en Kirkuk", señaló Jalal Jower.
 
Los oficiales de la UDK atribuyeron el atentado al grupo extremista islámico Ansar Al Islam, al que se le atribuyen lazos con la red terrorista Al Qaeda, y que hasta el pasado abril tuvo su cuartel general en suelo kurdo iraquí, en las montañas que limitan con Irán.
 
Las fuerzas estadounidenses, que en abril destruyeron las bases que Ansar Al Islam tenía en las montañas, sospechan que el grupo colabora con los seguidores de Sadam Husein, y mantiene contactos con el que fuera vicepresidente del Consejo Supremo de la Revolución, Izzat Ibrahim Al Dori, por cuya cabeza la coalición que encabeza EE.UU. ofrece diez millones de dólares.
 
Por otra parte, las fuerzas estadounidenses mataron a diez iraquíes en la localidad de Samarra, a unos 120 kilómetros al norte de la capital, después de que un grupo de presuntos insurgentes llevara a cabo una emboscada contra un convoy de vehículos militares.
 
El teniente coronel William McDonald dijo que dos atacantes murieron durante el tiroteo inicial con los soldados, y que el resto perdieron la vida cuando se produjo el contraataque de las fuerzas de EE.UU., a las que apoyó un helicóptero Apache.
 
En la ciudad de Ramadi, a unos 110 kilómetros al oeste de Bagdad, dos personas murieron y otras doce resultaron heridas al hacer explosión el miércoles por la noche un coche bomba al lado de la vivienda del jefe de la tribu Dulaimi en la provincia de Al Anbar, Amer Abduljabbar Ali Suleiman.
 
Ramidi es a menudo escenario de ataques contra las fuerzas estadounidenses, que en enero del próximo año tienen previsto traspasar a la policía iraquí las tareas de seguridad, aunque eso no significará su retirada de esta localidad situada en el conflictivo "triángulo suní".
 
En Bagdad, según la policía iraquí, dos individuos mataron tras efectuar varios disparos a un guarda y a un policía cerca de la embajada de Jordania.