Hasta hace tres meses, las paredes del edificio en que funcionaba la matriz del Banco del Progreso tenían grietas y la pintura se había corrido.

Al pasar por la avenida Francisco de Orellana era común, por las mañanas, observar a personas trabajando en el arreglo de los desperfectos. Sin embargo, al momento, este edificio luce como en su inauguración, el 4 de diciembre de 1998: con la pintura nítida y los vidrios limpios.

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El trabajo lo realizó personal contratado por el Banco Central del Ecuador (BCE), que es el organismo que está a cargo de dar mantenimiento a varios edificios donde funcionaban agencias o matrices de la banca cerrada.

El BCE recibió estos inmuebles como pago por los créditos de liquidez que entregó a los bancos actualmente cerrados.

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Estos, al igual que otros bienes, deberán ser vendidos por el Central de inmediato, pues esa es la decisión del directorio del organismo.

El Central tiene a su cargo seis edificios bancarios. Además del inmueble del Banco del Progreso está la edificación donde tiene sus oficinas la AGD, (Nueve de Octubre y Pedro Carbo), cuya valoración es de 2,8 millones de dólares, según informó el BCE.

En el resto de inmuebles el Central solicitó el avalúo y aún espera los resultados.

Otros activos
Bajo la custodia de la AGD se encuentran 374 terrenos, 114 estacionamientos, 15 agencias bancarias, 15 casas y 10 bodegas.

En los registros constan además 55 departamentos, 3 galpones, 28 locales comerciales, 97 oficinas y un recinto ferial.

El Central no ha dado a conocer aún cuánto cuesta el mantenimiento de estos activos ni el plan que se ha elaborado para su venta, que se realiza de manera directa o a través de fiduciarios.

La mayor parte de los edificios donde quedaba la ahora banca cerrada pasaron a poder del Banco Central el año pasado, luego de un acuerdo con la Agencia de Garantía de Depósitos.
El dinero que se obtenga de su venta servirá para que el Central recupere los créditos otorgados.