El albergue dejó de funcionar en Durán porque no tenía dinero para adquirir el local.

Las clases para Luz Clarita, de 7 años, terminaron en julio. No por enfermedad ni porque no tenía dinero para pagar. El traslado de la fundación Mis Pobres Angelitos, donde ella vive, de la ciudadela El Recreo (Durán) a Colinas de la Alborada, al norte de Guayaquil, ocasionó que dejara de ir al establecimiento debido a la lejura del  sitio.

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El motivo del traslado: la fundación estaba asentada en un antiguo local donde funcionaba el Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), en Durán. Los directivos de la institución habían solicitado a la entidad pública la compra del local, donde estuvieron dos años. Como no tenían dinero para adquirirlo, el BEV pidió el abandono del sitio.

Ahora, el albergue está situado en una villa de cemento pequeña donde viven quince menores quienes, por abandono de sus padres o porque huyeron del hogar, viven en la institución.

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La directora de la fundación, Belinda Lama, señaló que la entidad atraviesa por problemas económicos ya que algunos fondos entregados por el Club Rotario Guayaquil Moderno se destinaron al mejoramiento y ampliación del local del BEV en Durán. “Lamentablemente, como tuvimos que salir, no pudimos llevarnos puertas, techo y algunos objetos que se los adquirió con eventos y donaciones”, dijo Lama.

En el terreno del BEV construyeron varios locales e incluso áreas para la atención médica y sitios recreativos. “Ahora estamos en una casa donde los varones y las mujeres duermen en un mismo cuarto; la cocina es pequeña y en un mismo espacio funcionan el comedor y las oficinas de la fundación”, manifestó.

La mayoría de los chicos a los que alberga ha tenido problemas de maltrato familiar, otros huyeron de sus casas o eran vagabundos que se dedicaban a inhalar cemento de contacto en las calles.

Alimentación y estudio
En la fundación, los chicos reciben desayuno, almuerzo y merienda, duermen, y en las mañanas van a clases en diferentes escuelas públicas, cuyas matrículas y mensualidades costea la institución. Empresas que conocen el trabajo del albergue donan los alimentos, destacó.

La directora de Mis Pobres Angelitos indicó que se requiere dinero para la ampliación del local. “Se necesita más espacio para los cuartos de los chicos”, refirió.

Belinda Lama creó hace tres años la fundación luego de haber trabajado en la Comisaría de la Mujer, donde conoció de cerca los problemas intrafamiliares. Al darse cuenta que los más afectados en un conflicto entre padres eran los niños, optó por crear un albergue para ayudarlos.

Lama solo aspira a que los chicos se desarrollen en un entorno mejor. “Hay que apostar por el presente y futuro”, concluyó.

PARA ANOTAR
AYUDA

Las personas interesadas en ayudar a la fundación pueden comunicarse al 09-415-7909 y 223–1340.

GASTOS
La directora de la fundación Mis Pobres Angelitos, Belinda Lama, señala que el gasto mensual de la institución no supera los 500 dólares debido a que reciben donaciones en comida, ropa y cuadernos.

No obstante, se requiere dinero para ampliar la villa en Colinas de la Alborada, donde actualmente funciona la entidad.