La fallecida princesa Diana de Gales sospechaba que su marido, el príncipe Carlos, tuviera una “relación insana, excesivamente íntima, en resumen, homosexual” con su ayudante Michael Fawcett, escribe ayer la prensa italiana, que se hace amplio eco del nuevo escándalo de la realeza de Windsor.
Fawcett es siempre, según la prensa italiana, el supuesto “mayordomo amante de un Windsor que habría violado en dos ocasiones a George Smith, un ex sirviente del príncipe Carlos”.
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El escándalo es recogido con amplitud por el diario milanés Il Corriere della Sera, de mayor tiraje en Italia, y el prestigioso rotativo romano La Repubblica, que titulan, respectivamente: ‘Carlos asediado, se tambalea su trono’ y ‘Carlos: basta ya, no soy gay. El príncipe desmiente una historia de amor con su mayordomo’.
Según cuenta II Corriere della Sera, George Smith, un ex sirviente de Carlos, había confesado a la princesa Diana -que grabó esa conversación- que fue violado en dos ocasiones por Michael Fawcett, ayudante del príncipe de Gales, y que una mañana encontró a su violador “acostado con un miembro de la familia real”.
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La Repubblica, para que todo el mundo entienda el escándalo, lo divide por partes.
La primera es de 1995, cuando Smith reveló a Diana de Gales lo también contado por Il Corriere della Sera. El diario de Roma añade que esa grabación de video la custodiaba su mayordomo Paul Burrell y que ha desaparecido o ha sido confiscada por la policía.
Burrell es autor del último libro sobre la Princesa y que ha desatado el escándalo.
“La escena, según las indiscreciones filtradas por el mayordomo, habría sido así: Smith abre la puerta de una habitación y descubre a uno de los Windsor en la cama entre los brazos de su violador. Pero... ¿Quién es ese personaje? ¿El anciano Felipe (de Edimburgo)? ¿Carlos? ¿Uno de sus hermanos, Andrés o Eduardo? y ¿qué servidor comparte el lecho? Nadie lo dice”, escribe La Repubblica.
El segundo acto se produce según la prensa italiana, cuando el diario The Guardian se dispone a revelar el nombre del “presunto amante de uno de los Windsor”, un tribunal lo prohíbe, pero al final acepta. Y aparece el nombre de Fawcett.
El príncipe Carlos negó estar involucrado en esos episodios y la prensa de ayer resaltó sus palabras: “Quiero afirmar con total claridad que los chismorreos circulados en los últimos tiempos son falsos”.