El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y Ecuador han convocado en Ginebra a los países donantes e instituciones humanitarias para pedirles que ayuden a financiar la acogida en ese país de miles de refugiados colombianos.
 
Según la organización, el número de colombianos solicitantes de asilo se ha disparado desde 2000, cuando se registraron 464 casos, para llegar a 20.000 solicitudes solo en lo que va de este año.
 
"Actualmente hay una demanda 50 veces mayor a la que había hace tres años", afirmó el responsable de la Oficina del Acnur para las Américas, Jozef Merkx.
 
Representantes de Alemania, EE.UU., Francia, Holanda, Noruega, España y Suiza, además de los países fronterizos de Colombia, participarán este viernes en Ginebra en una reunión en la que se explicará el impacto del conflicto armado colombiano en Ecuador y se solicitarán fondos específicos para ayudar a los refugiados.
 
El presupuesto actual del Acnur para sus programas en Ecuador es de 1,8 millones de dólares, pero en realidad se requerirían 3,5 millones para ofrecer condiciones dignas de vida a los refugiados.
 
"Vemos una crisis humanitaria que está creciendo y necesitamos un aumento significativo de recursos para enfrentarla", sostuvo Merkx.
 
Cada mes, la organización humanitaria registra en las poblaciones ecuatorianas fronterizas con Colombia al menos 1.000 solicitudes de asilo de ciudadanos de este país, de las cuales se aprueban alrededor del 25 por ciento.
 
"Ecuador enfrenta esta situación con escasos recursos, pues además existe el problema de que la gran mayoría de aquellos a los que no se otorga el estatus de refugiado de todos modos se quedan en el país", declaró a su vez el embajador ecuatoriano ante las Naciones Unidas, Hernán Escudero.
 
La gran preocupación del Acnur y de Quito es que si la tendencia que se observa desde el año 2000 se mantiene, para fines de 2004 se habrán recibido 40.000 solicitudes de refugio.
 
Según Escudero, la llegada masiva de colombianos a su país se debe principalmente a que en la franja fronteriza de Colombia el conflicto es agudo y hay una presencia importante de grupos guerrilleros y paramilitares.
 
En esa zona -explicó el diplomático- las autoridades civiles o militares de Colombia no ejercen un control total, lo cual ha provocado que Quito transmita su preocupación a Bogotá por este hecho.
 
El 50 por ciento de los refugiados son varones, mientras que el resto son mujeres y niños.
 
Merkx afirmó que en situaciones similares, la proporción de varones refugiados es normalmente de un 30 por ciento frente a un 70 mujeres de mujeres y niños.
 
La diferencia -explicó- se explica por el hecho de que los hombres colombianos huyen masivamente del reclutamiento forzado por parte de los grupos armados.
 
Por otro lado, el representante del Acnur reconoció la colaboración del gobierno ecuatoriano en este asunto y puso como ejemplo para otros países de la región y del mundo su procedimiento de asilo.
 
Asimismo, sostuvo que las autoridades de las localidades fronterizas de Ecuador facilitan la integración local de los refugiados colombianos, que no están confinados -como sucede en muchos otros países- en campamentos especiales que agudizan su situación de exclusión.