El delantero Robinho, de 18 años y considerado una de las mayores promesas del fútbol brasileño, ha renovado por cuatro años con el Santos, que ha incluido en su contrato una cláusula de rescisión por 50 millones de dólares.
 
"El valor ha sido fijado pensando en el mercado europeo", dijo al diario Lance el agente del futbolista, Mario Mello, quien manifestó su satisfacción por el acuerdo alcanzado.
 
El director de fútbol del club paulista, Francisco Lopes, admitió que esa cláusula de rescisión puede cerrar muchas puertas para el jugador, pero aclaró que "es justamente lo que se quiere: retener a Robinho", con un valor que sólo podría ser pagado por los clubes más ricos del mundo, como el Real Madrid o el Manchester United.
 
Lopes agregó que Robinho forma parte "del patrimonio" del Santos y que el club pretende mantenerlo en sus filas mientras sea posible.
 
Robinho, un jugador de rara habilidad que ha recordado a los críticos locales el talento innato de Pelé, surgió el año pasado, cuando junto al centrocampista Diego ayudó a llevar al Santos a su primer título nacional en casi cuatro décadas.
 
En las últimas semanas, tras una mala fase, el jugador ha vuelto a deslumbrar y mostrado una gran capacidad goleadora, marcando cinco tantos en tres partidos.