El diputado cocalero Evo Morales intenta sabotear la XIII Cumbre Iberoamericana, que debe celebrarse en Santa Cruz entre el 14 y 15 de noviembre, con la convocatoria a un encuentro paralelo de sindicalistas y políticos, dijo este martes un matutino.
El diario La Razón señaló en un editorial que Morales está empeñado en sabotear la Cumbre haciendo funcionar, de manera paralela, una cumbre social y sostiene que el encuentro se presenta como una ocasión imperdible para el líder cocalero, para promover protestas de rechazo, armar disturbios y, en el fondo, opacar todo éxito que pudiera producir el evento.
Pese a ello, el secretario pro témpore de la Cumbre, Gonzalo Montenegro, informó este lunes que la organización del encuentro presidencial está buscando establecer vasos comunicantes con la que encabeza Morales, quien ha anunciado que realizará una concentración masiva en el centro de Santa Cruz durante la reunión, con la presencia del mandatario cubano Fidel Castro.
Morales coincidió con Castro el fin de semana en La Habana en un encuentro de dirigentes socialistas, donde expresó su posición contra el libre mercado y Estados Unidos. Muy pronto, podríamos celebrar en América Latina otro Vietnam para los Estados Unidos, dijo allí.
Morales, uno de los líderes de las protestas que obligaron el 17 de octubre a la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y la asunción en su lugar de Carlos Mesa, ha convocado a su llamada cumbre paralela también al mandatario venezolano, Hugo Chávez, y al brasileño, Luis Inacio Lula da Silva.
De momento, no se ha informado sobre la aceptación de ninguno de los tres presidentes. Tampoco está confirmada la asistencia de Castro a la Cumbre.
Informes de prensa procedentes de La Habana señalan, sin embargo, que la presencia del líder socialista es más que probable, y que la confirmación no se ha hecho aún por razones de seguridad.
El vocero del anterior gobierno, Mauricio Antezana, admitió a mediados de año que el presidente español José María Aznar no veía con agrado la presencia de Castro en la Cumbre, por la andanada de calificativos que le lanzó a raíz de su condena al fusilamiento de disidentes cubanos y que coronó este fin de semana, cuando lo llamó Celestina.
Antezana dijo que Lula estaba mediando para que la asistencia de Castro recibiera la aceptación de Aznar, principal colaborador en la organización de la Cumbre, pues ha hecho un importante aporte económico y de conocimiento al gobierno boliviano para la realización de la reunión.
Según La Razón, Castro, Chávez y Lula no deberían aceptar la invitación de Morales, quien es también el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), el más fuerte opositor a Sánchez de Lozada, que ahora le ha dado a Mesa un plazo de 90 días para empezar a mostrar buenos resultados.
Sería una desconsideración tan grande, una falta de cortesía tan notoria con el país anfitrión, que parece absurdo sólo pensar en ello, sostiene el rotativo.
Si como dice el jefe del MAS (Morales), y no siempre dice la verdad, el presidente Chávez asistirá a su Cumbre personal, no es creíble, en modo alguno, que lo hagan los mandatarios de Cuba y menos de Brasil. Eso simplemente sería un desaire a sus colegas amigos que iría a contradecir sus gestos integradores, agrega.