El agua que reciben los pobladores de la cabecera cantonal de El Tambo (a 66 kilómetros de Cuenca), es restringida, además tiene un color amarillento y  mal olor.

Las denuncias de los habitantes por la contaminación del líquido provocaron que las autoridades realicen una minga de limpieza en la fuente de captación, la laguna de Culebrillas, ubicada a 9 km de la cabecera cantonal.

El director de salud de El Tambo, William Montalvo, admitió que por la mala calidad del agua se reportaron enfermedades gastrointestinales y fiebre tifoidea, por lo que recomendó hacer un estudio químico del agua y agilitar la construcción de la planta de tratamiento.

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El alcalde de El Tambo, Pablo Vega, dijo que en los próximos días firmará un convenio con técnicos en Biología para efectuar un estudio de preservación y rescate de la cuenca del río Culebrillas, a un costo de 14 mil dólares, con una duración de 45 días.

El funcionario manifestó que solicitó ayuda al Gobierno pero no ha obtenido respuesta, por lo que anunció para los primeros días de noviembre  la realización de una asamblea cantonal, a fin de tomar resoluciones sobre el tema.

Compra del líquido
El problema  obligó a moradores, como Remigio Vega, a comprar el líquido en botellas para beber y el  que llega a su domicilio lo utiliza para el lavado de ropa y bañarse.

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Francisco Santander, presidente de la Junta de agua cantonal, señaló que es urgente la instalación de una planta,  pero destacó la necesidad de fabricar reservorios para evitar problemas de escasez en época de estiaje.