Una persona ha sobrevivido una caída de 65 metros en las cataratas del Niágara, lo que le convierte en el segundo individuo en la historia en salir con vida tras saltar sin equipamiento especial o protección.
El otro caso conocido se produjo en 1960, cuando Roger Woodward, de 7 años, se cayó de un barco, aunque el pequeño llevaba un chaleco salvavidas.
El ciudadano, cuyo nombre no ha sido dado a conocer por las autoridades, se encaramó en la tarde del lunes a la barandilla que rodea el lado canadiense de las cataratas y se lanzó al río Niágara.
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La corriente lo empujó a la llamada Catarata de Herradura y cayó los 65 metros de altura que separan la parte superior de la inferior del río en ese punto.
Testigos del incidente señalaron que el hombre desapareció en las turbulentas aguas durante unos cuatro minutos para reaparecer unos 100 metros río abajo.
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Cuando algunas de las embarcaciones que llevaban turistas hasta el pie de la catarata intentaron ayudar al desconocido, este prefirió nadar hasta la orilla desde donde saludó a los asombrados espectadores.
El individuo fue posteriormente llevado a un hospital, esposado, para comprobar su estado físico.