Seis alcaldes colombianos han sido asesinados en el último año y medio luego de acudir a citas convocadas por guerrilleros de las FARC o paramilitares de extrema derecha, según un informe publicado este jueves.
 
En el caso más reciente, Orlando Hoyos, alcalde de Bolívar, municipio del  departamento de Cauca (suroeste), murió el pasado lunes cuando regresaba de un  encuentro con rebeldes de las FARC, al que acudieron también otros tres  alcaldes de la provincia.
 
Hoyos fue asesinado a tiros cuando huía de los insurgentes que los  obligaron a bajar de los vehículos en que regresaban a sus comunidades, tras la  reunión en la que hicieron descargos de acusaciones que les había formulado el  grupo insurgente.
 
Los otros tres alcaldes lograron escapar, entre ellos el del municipio de  Santa Rosa, Jaime Jair Zambrano, a quien las autoridades dieron inicialmente  por muerto, pero que el miércoles apareció sano y salvo tras permanecer  escondido.
 
Al condenar el asesinato de Hoyos, el presidente Alvaro Uribe les recordó a  los funcionarios locales que estaban prohibidas las reuniones con miembros de  los grupos armados irregulares.
 
Por su parte, la ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez, anunció una  investigación de los funcionarios que asistieron a la reunión con miembros de  las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
 
"Ningún funcionario tiene por qué darles ni aclaraciones ni explicaciones  ni solicitar ningún tipo de aval a esos grupos, pues no solo están poniendo en  riesgo su propia vida sino que están contribuyendo a poner en una situación muy  difícil al gobierno", añadió.
 
Con Hoyos suman seis los alcaldes asesinados tras asistir a esas citas,  según un reporte publicado este jueves por el diario El Tiempo de Bogotá.
 
El pasado 4 de diciembre, Jesús Antonio Nuñez Vargas, alcalde de Ambalema  -central departamento de Tolima-, fue asesinado por hombres del frente 42 de  las FARC en un sitio en las riberas del río Magdalena, en límites con el  departamento de Cundinamarca.
 
Luego de asistir a actos de inauguración de obras públicas en una vereda  del municipio de Campoalegre, en el suroccidental departamento de Huila, el  alcalde de esa localidad, Luis Antonio Motta, fue asesinado el 18 de octubre de  2002 por rebeldes de las FARC, que también dieron muerte a dos concejales y a  un sobrino que lo acompañaban, según el informe.
 
El 5 de junio de 2002, el alcalde de Solita (Caquetá), Luis Carlos Caro, se  encontró con miembros de las FARC en una isla frente a su municipio, sobre el  río Putumayo, donde lo balearon "dizque para mostrar que las amenazas contra  los alcaldes del país iban en serio", aseguró uno de los funcionarios que lo  acompañó.
 
El 31 de mayo del año pasado, paramilitares que operan en el norteño  departamento de Santander convocaron al alcalde de Macaravita, Pompilio Gómez,  y a otros tres funcionarios de la localidad para pedirles un informe del manejo  público. Al término de la reunión fue asesinado el alcalde, según autoridades  policiales.
 
Seis días antes, Arnulfo Silva Cabrera, mandatario de la localidad de  Montañita, en el sureño departamento de Caquetá, fue asesinado tras ser citado  por un comandante del frente Teófilo Forero de las FARC.
 
Las muertes de los alcaldes se suman a los asesinatos de al menos 23  aspirantes a cargos públicos en los comicios del próximo 26 de octubre, cuando  serán elegidos gobernadores, mandatarios municipales, concejales y diputados.