En Venezuela hay un continuo enfrentamiento entre el gobierno y medios de comunicación privados por la abierta campaña de estos contra el presidente Hugo Chávez, particularmente en el frustrado golpe de estado del 2002.
En respuesta, el mandatario presentó su discutido proyecto de Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión, e incrementó los recursos destinados a la estrategia comunicacional del Estado, que estarán a cargo de uno de los artífices del proyecto, el nuevo ministro de Comunicación e Información, Jesse Chacón.
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Ese proyecto, que espera su aprobación en segundo debate en la Asamblea Nacional, es rechazado por la oposición que lo califica como “Ley mordaza” porque, entre otros controles, restringe los horarios en los que pueden transmitirse programas de carácter político y plantea sanciones como el retiro de la concesión a las emisoras de radio y televisión que incumplan con algunos de sus preceptos.
El pasado 18 de julio de este año, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró sin efecto un pedido de nulidad de algunos artículos del Código Penal, que establecen conjuntamente sanciones, como la privación de la libertad, para casos de difamación, injuria y vilipendio hacia funcionarios públicos, considerados “delitos de desacato”.
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La decisión otorga atribuciones a los jueces para considerar casos de “abuso” del derecho a la libertad de expresión.
Estas medidas se interpretan como la respuesta de Chávez a los medios de comunicación privados, alineados en la oposición.
José Baig, enviado especial de la BBC a Venezuela durante el golpe de estado del 2002, narró que cientos de periodistas venezolanos sufrieron el dilema ético de elegir entre su responsabilidad como profesionales de la comunicación y las órdenes de sus jefes de redacción.
“En la radio nos prohibieron sacar entrevistas a los seguidores de Chávez”, confesó una periodista. En las estaciones privadas de televisión sorprendía la ausencia de imágenes e informaciones sobre los graves disturbios (a favor de Chávez) que paralizaron la capital venezolana.