Unos tres mil gays, lesbianas y travestis, algunos de ellos semi desnudos pese al intenso frío, marcharon este sábado por el centro de  Santiago, en la versión 2003 del Día chileno de la Dignidad Homosexual.

"Todo tranquilo, sin incidentes", informó una fuente de la policía de  Carabineros, que dispuso piquetes de sus agentes para escoltar a la multitud en  el trayecto sobre la Alameda, la principal avenida de la capital.

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Escasas repulsas e insultos de transeúntes y automovilistas se escucharon  al paso de los manifestantes, observó la prensa.

Gigantescas banderas con los colores ordenados como el arco iris abrieron y  sellaron la columna, plagada de disfrazados como curas, vedettes, condones,  murciélagos, mariposas, payasos, bailarines de ballet y bañistas de largas  pelucas rubias, entre otros atuendos emplumados.

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A mitad de la marcha, un varón vestido con un traje de playa se separó del  grupo y se encaramó en uno de los accesos al Palacio de Gobierno de La Moneda,  cuya guardia entornó las puertas de inmediato.

Banderas del partido Comunista y de la Juventud Socialista (oficialista)  fueron agitadas entre los caminantes, que al pasar frente a la sede de la  Iglesia Universal Asamblea de Dios, de origen brasileño, prorrumpieron en  gritos y silbatinas.

"He aquí la iglesia más homofóbica de Chile", proclamó un locutor con  altoparlante.

La manifestación homosexual reivindica "una demanda de igualdad de  derechos, no una concesión de derechos especiales", dijo Silvia Parada, una  portavoz de la organización.