Después de que Amelia Vega entregue su corona de Miss Universo el próximo año en Quito, se dedicará a impulsar su carrera como cantante, de la mano de su tío, el artista dominicano Juan Luis Guerra.
Ella está ilusionada con el proyecto de grabar su primer disco, aunque no precisó en qué género musical. “Me he preparado desde pequeña en canto y actuación“, comentó, en un conversatorio que mantuvo ayer con los medios de comunicación de la capital. Sin embargo, rehusó cantar a capela porque, desde que llegó a Quito, tiene la garganta seca. “Pero el próximo año cuando venga otra vez voy a cantar. Lo que quiero es causar una buena impresión”, se justificó ella.
Publicidad
Su elección como Miss Universo le cambió la vida de una manera positiva. “No se me han subido los humos por tener la corona”, aseguró Amelia, de 18 años, quien fue coronada como la mujer más bella del planeta cuando apenas terminaba el colegio.
Miss Universo, quien visita el país desde el domingo, invitada por su amiga y soberana de Ecuador, Andrea Jácome, comentó que las actividades que realiza en apoyo a los enfermos de sida le han tocado su parte sensible. “Ser Miss Universo no es solo tener belleza física”, aclaró Amelia, quien se manifestó entusiasta por el trabajo que realizan los medios de comunicación y en cada país que visita presta atención a lo que se publica sobre ella y el concurso.
Publicidad
Ratificó que será una embajadora del Ecuador, así como también lo es de su país, República Dominicana y de Panamá, donde se realizó la última edición del concurso de belleza.
Ayer, además, después de la rueda de prensa, Miss Universo y su comitiva visitaron el hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca). Por la tarde, estaba planificada una visita al monumento de la Mitad del Mundo, en el noroccidente de la capital.