Shanhaiguan es el primer paso estratégico de la Gran Muralla china y el lugar donde esa inmensa construcción defensiva se funde con el mar, frontera natural contra invasores y enemigos. Además, está situado a pocos kilómetros de Beidaihe, playa turística donde acuden a veranear la clase política de Beijín, los famosos y las estrellas del cine y la música de China.

Shanhaiguan, provincia de Hebei, noreste de China, es una ciudad porteña con sabor añejo, amurallada, con callejuelas estrechas, mercados bulliciosos y el lugar donde la Gran Muralla china, con miles de años de antigüedad y 6.700 kilómetros de longitud, se une al mar de Bohai en el punto conocido como Laolongtou –la Cabeza del Viejo Dragón–.

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Flanqueada por la puerta fronteriza llamada Paso Zhendong o el Primer paso bajo el cielo, la Gran Muralla china termina o comienza, según se mire, en una playa idílica donde, asimismo se encuentra el templo flotante del Dios del Mar.

Esta sección de la muralla china, también conocida como el Paso Shanhai, posee una localización estratégica ya que era el nudo de conexión entre el noreste y el norte del país.

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Construido en el año 583, el Paso Shanhai sufrió diversas reconstrucciones hasta que durante la dinastía Ming (1368-1644) fue transformado en una fortaleza militar, por lo que se le consideró el paso fronterizo más importante de la Gran Muralla y defensa clave de dos capitales chinas: Beijín –en el Este a unos 200 kilómetros– y Xi’an –en el Oeste a unos 700 kilómetros–.

Bajo el cielo
Conocida como la Puerta Este o Puerta Zhendong, el Primer Paso bajo el Cielo fue construido siguiendo el estilo de torre en forma de flecha. Rodeada por un muro de 12 metros de altura y una torre de 14 metros, el imponente edificio, levantado en 1639, termina en un torreón de dos pisos.

En la entrada de la torre principal se puede leer una inscripción en caracteres chinos que anuncia que ese y no otro es el auténtico «Primer Paso bajo el Cielo», lo que anima a los turistas a posar bajo él para obtener una instantánea del lugar que conectaba el mundo salvaje, poblado por las hordas mongolas, y China, cuna de civilizaciones.

Esta inscripción fue escrita por el erudito chino Xiao Xian, quien, según una leyenda, no contento con la forma en la que escribió el carácter “primer” dejó el espacio en blanco hasta que un día observó a un camarero de una taberna limpiar una mesa con un trapo y decidió imitar sus movimientos para reproducir tal ideograma, convirtiendo dicho rótulo en uno de los más famosos y visitados de toda China.

A 5 kilómetros de Shanhaiguan se encuentra el punto exacto donde la Gran Muralla china se funde con el mar de Bohai. Ese paraje tan idílico inspiró a los antiguos chinos para denominarlo poéticamente como la «Cabeza del Viejo Dragón», o lo que es lo mismo Laolongtou, pues en sus 23 metros de incursión al mar veían a un animal mitológico bebiendo directamente de las aguas cristalinas.

Desde este punto de comienzo uno puede admirar la panorámica única de la Gran Muralla serpenteando montaña arriba hacia el norte como si de un auténtico dragón se tratara, mientras que hacia el lado contrario se puede observar el mar.

A pocos metros de este punto, caminando por la playa  se llega entre arena y caracolas hasta el Templo del Dios del Mar, único de su especie construido sobre el agua y por tanto, flotante sobre el elemento líquido.

Desde él y rodeado de budas y maitreyas del mar se tiene una panorámica inolvidable de la cabeza del dragón mojándose los bigotes en el mar azul.