Nicaragua aseguró que destruiría sus misiles SAM-7 dentro de un esquema basado en un   balance razonable de fuerzas en Centroamérica, aseveró el ministro de Relaciones Exteriores, Norman Caldera. 
 
Caldera dijo en rueda de prensa la noche del jueves que "hay voluntad de destruir los misiles tierra-aire, pero sin dejar a Nicaragua en situación de desventaja a nivel regional".