Los atentados terroristas del año pasado en dos atiborrados centros nocturnos de la isla indonesia de Bali fueron realizados para vengar a los musulmanes afectados por las políticas estadounidenses en el Medio Oriente y Afganistán, dijo un sospechoso a una corte indonesia este miércoles. 
 
"Lo hicimos como muestra de simpatía hacia los musulmanes oprimidos", dijo Ali Imron, uno de los casi tres docenas de detenidos desde los atentados del 12 de octubre que dejaron 202 muertos, en su mayoría turistas extranjeros. 
 
Imron, el único sospechoso que ha lamentado en público los atentados, declaró en el juicio de un supuesto cómplice, Hutomo Pamungkas, acusado de ayudar a los autores del atentado luego de activar las bombas. 
 
El grupo Yemá Islamiyá, una organización afiliada con la red terrorista Al Qaeda, ha sido acusado de los atentados en Bali y del ataque ocurrido la semana pasada contra el Hotel JW Marriott de Yakarta, en el cual murieron 12 personas. 
 
A nuestro parecer, Estados Unidos es una superpotencia arrogante. Por eso los atacamos. Fue un desquite por las políticas estadounidenses sobre el tema palestino y su ataque contra Afganistán, dijo Imron. 
 
Siete turistas estadounidenses murieron en los atentados de Bali. La mayor parte de las víctimas eran australianos, 88 de los cuales murieron. 
 
La semana pasada, la corte emitió la primera condena en torno al caso de Bali, sentenciando a Amrozi bin Nurhasyim, hermano mayor de Imron, a muerte.