El desempleo en Argentina cayó a 15,6 por ciento en la medición de mayo desde el récord histórico de 21,5 por ciento del mismo mes del 2002 debido al crecimiento económico y a los planes de subsidio estatal, dijo este jueves el Ministerio de Economía.
 
El nuevo nivel de desocupación significa que 1.583.000 personas en condiciones de trabajar sobreviven sin empleo en un país de 37 millones de habitantes.
 
Es el menor porcentaje de desempleo desde mayo del 2001, cuando la crisis financiera que meses después hizo colapsar la economía comenzaba a hacer ebullición.
 
Otras 1,9 millones de personas trabajan menos de 35 horas por semana, lo que refleja que 3,5 millones -o el 35 por ciento de la fuerza laboral del país- tiene problemas de empleo.
 
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, dijo en conferencia de prensa que "entre mayo del 2003 y mayo del 2002 se han creado 1.223.000 puestos de trabajo".
 
Lavagna agregó que el 80 por ciento de los empleos creados corresponde al efecto de la mejora de la economía y el resto a los planes de subsidios.
 
En octubre del 2002, primera medición desde la puesta en marcha de los planes de subsidio estatal, el desempleo era del 17,8 por ciento.
 
Argentina realiza dos mediciones anuales de desempleo: en mayo y octubre.
 
La actividad económica, según un indicador oficial que anticipa el Producto Interno Bruto, creció 6,1 por ciento en los primeros cinco meses del 2003.
 
Según el gobierno ese crecimiento vino de la mano de la producción en el país de bienes que antes se importaban, dado que la devaluación del peso aplicada en enero del 2002 encareció la compra de productos en el extranjero.
 
  
 
EMPLEADOS SUBSIDIADOS
 
Buena parte de las personas que recibe los planes de subsidio estatal son considerados ocupados o subocupados.
 
Según los cálculos del gobierno, si todos lo que reciben esos llamados "Planes Jefes y Jefas de Hogar" fueran considerados personas sin trabajo, el nivel de desempleo ascendería al 21,4 por ciento.
 
En la ciudad de Buenos Aires y el cordón urbano que la rodea, la zona más densamente poblada del país, el nivel de desempleo cayó en mayo a 16,4 por ciento desde el 22 por ciento registrado en mayo del 2002.
 
Pese a la mejora en los números de desocupación, el flagelo de la pobreza se mantiene en niveles similares.
 
En el total de centro urbanos del país el 54,7 por ciento de las personas no logran adquirir los productos básicos, por lo que son consideradas pobres. Esa cifra era de 57,5 por ciento en octubre y del 53 por ciento en mayo del 2002.
 
El porcentaje de indigentes -quienes no logran adquirir los alimentos para cubrir las necesidades energéticas y proteicas mínimas- fue del 26,3 por ciento en mayo contra el 27,5 por ciento de octubre y el 24,8 por ciento de mayo del 2002.   
 
HISTORIA PESADA
 
El pico máximo de desocupación de mayo del año pasado se dio en momentos en que la economía se desplomaba luego que el gobierno devaluó la moneda local y declaró la mayor cesación de pagos de deuda de la historia.
 
En el 2002 la economía se desplomó 10,9 por ciento en la peor caída en 100 años.
 
Pero hacia mediados del año pasado el ex presidente Eduardo Duhalde implementó un ambicioso plan de subsidios estatales que otorga un monto en pesos equivalente a unos 50 dólares por mes a casi 2,0 millones de jefes de familia desocupados.