Peleó por la patria en 1941,  y mantiene su vocación de servicio en otras actividades.

Junto a Ruth Abarca de Vélez, su esposa hace 56 años, y rodeado de medallas, diplomas y fotos que evocan su vida en la milicia, el coronel de Estado Mayor e ingeniero Pedro Vélez Morán sonríe al contar sus vivencias y reflexiona lo suficiente cuando emite algún criterio sobre nuestra historia de límites.

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Sonríe, igualmente, mientras afirma que cuando recién se casó él era quien mandaba en el hogar, pero, con el paso del tiempo y sin darse cuenta, ella asumió la jefatura.

Esto le parece bien porque ama a su compañera que conoció en Chile, adonde viajó a especializarse y graduarse de ingeniero geógrafo en la Academia Politécnica Militar de Santiago (1947).

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Enfatiza además, que por ser obediente y no deliberante, según la máxima fundamental de las Fuerzas Armadas, en su época de subteniente casi se casa con una hija, bastante feíta, de un oficial superior.

Era tan soldado y creí que no había más remedio que contraer matrimonio con la chica, pero felizmente un colega se “cruzó” y me libré del embrollo, anota sin dejar su sonrisa.

Pedro Vélez Morán, guayaquileño, nació en el barrio de Santa Elena (actual Lorenzo de Garaicoa) y Huancavilca y se crió en Luque y Santa Rosa (ahora José de Antepara), vecino de radio Cristal.

Su inclinación por las armas la lleva en la sangre, pues su padre acompañó al Gral. Eloy Alfaro en combates y faenas políticas.

Cuando estudió en la escuela Francisco Campos, que dirigía Guillermo Medina, los alumnos usaban uniforme de soldado.

En los desfiles por las fiestas octubrinas, montado a caballo le tocaba comandar el batallón de niños. Todo aquello lo indujo a identificarse con lo castrense.

Después de estudiar en el Vicente Rocafuerte y en la Universidad de Guayaquil en la que siguió Ingeniería Civil, ingresó en 1936 a la Escuela de Artillería de Ingenieros Geógrafos en Quito.

Desde entonces se vinculó totalmente con el Ejército, lo que le permitió titularse en 1940 y lograr ascensos. En 1941, durante la invasión peruana, combatió en Chacras y Huaquillas a órdenes del coronel Octavio Ochoa y del mayor Luis Rosero; en estos enfrentamientos quedó malherido en una pierna pero se recuperó y siguió su trabajo.

En su trayectoria militar y pública, Pedro Vélez Morán fue instructor del Colegio Militar Eloy Alfaro, secretario de la presidencia de la Comisión Demarcadora de Límites con el Perú (sector Sur-Occidental), gerente y presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado.

De igual manera, edecán del entonces vicepresidente de la República, Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy; jefe de la II Zona Militar en Guayaquil y consejero provincial del Guayas.

Sostiene y ratifica que en esas y otras funciones siempre actuó con transparencia, jamás hizo sinvergüencerías ni permitió que las hicieran. Esas son cosas que le dan tranquilidad y autoridad moral para enfrentar a los corrompidos, sentencia con vigor.

Feliz con su familia a la que transmitió sus convicciones e ideales, confiesa su admiración por Simón Bolívar, Vicente Rocafuerte, Eloy Alfaro, José María Velasco Ibarra y Carlos Julio Arosemena Monroy.

Expresa que le gusta la lectura y comparte con su esposa el gusto por la música nacional y la vernácula de los países andinos.

Miembro del Círculo Militar y de instituciones cívicas, aclara que jamás coincidió con el arreglo del problema limítrofe Ecuador-Perú entre Jamil Mahuad y Alberto Fujimori, pues si bien hubo una aparente solución, nuestra heredad territorial quedó lastimada.

Como padre y ecuatoriano aconseja a la juventud prepararse y capacitarse con mucha fe, pero que nunca olvide mantener en el corazón la soberanía e integridad del territorio patrio.

MUY PERSONAL

Nombre: Pedro Vélez Morán

Nacimiento: Guayaquil, 29 de abril de 1917

Padres: Pedro Vélez Acosta y Julia Morán de Vélez

Esposa: Ruth Abarca Magi de Vélez, chilena.

Hijos: Ing. Civ. Pedro, Ing. Com. Ramiro y Prof. Rosalía de Villacrés. Tiene 11 nietos y 3 bisnietos.