Las hermanas siamesas Ladan y Laleh Bijani, que estaban unidas por la cabeza, fallecieron este martes horas después que cirujanos las separaron, dijo una enfermera que participó en la operación.
Laleh murió algunas horas después que Ladan.
Todo el mundo en el piso superior está llorando, dijo la enfermera, quien pidió no ser identificada.
Horas antes, el vocero del nosocomio, Prem Kumar, había anunciado la muerte de Ladan.
La separación de las siamesas iraníes, de 29 años de edad, causó una gran hemorragia.
Cuando concluía la operación, se perdió gran cantidad de sangre. Las siamesas agravaron su estado, dijo Kumar.
Los médicos no lograron estabilizar la condición de las hermanas, que continuaron empeorando hasta morir.
El equipo de médicos debió lidiar con niveles inestables de presión dentro de los cerebros de las siamesas poco antes de separarlas y cortar el último trozo de cráneo que las unía, dijo Kumar.
El último obstáculo que impedía separar a las siamesas fue superado el lunes, cuando un equipo internacional de cinco neurocirujanos logró desviar una vena del grosor de un dedo que unía los cerebros de las siamesas.
El procedimiento allanó el camino para que los cirujanos comenzaran a separar los cerebros de la siamesas.
La separación de la vena compartida era considerada el principal obstáculo de la operación.
En 1996 unos médicos alemanes dijeron a las siamesas que el hecho de que compartieran una vena hacía demasiado peligrosa la operación.
Las siamesas Bijani nacieron en Firouzabad en el sur de Irán en 1974.
El equipo internacional estuvo integrado por 28 médicos y un centenar de asistentes.