En un acto patriótico, Arnold Schwarzenegger llevará personalmente su película "Terminator 3: Rise the machines" a los soldados estadounidenses desplegados en Iraq el próximo 4 de julio, Día de la independencia de Estados Unidos, informó a la AFP la oficina del agente del actor este jueves.
El actor "mostrará su película a los soldados y periodistas apostados en el país", informó a la AFP la oficina de Jill Eisenstadt, agente publicitario de Schwarzeneger.
Quizá en Iraq la película del actor será mejor recibida que en Estados Unidos, donde el filme se estrenó este miércoles en las salas cinematográficas.
La implacable crítica estadounidense azotó este jueves una dura paliza contra esta versión del robot humanoide que utiliza un vasto arsenal para salvar a la raza humana.
"Lo mejor que uno puede decir de la actuación de Schwarzenegger es que quizá, y sólo quizá, intenta ser gracioso. Si no es así, tendría que pensar seriamente en intentar la carrera política.", dijo el crítico Mick La Salle en el periódico San Francisco Chronicle.
Es que para muchos "T3" no fue otra cosa que una campaña promocional de 175 millones de dólares para la postulación de Schwarzenegger al puesto de próximo gobernador de California.
"La gracia de los dos primeros Terminator era que Arnold Schwarzenegger, con su tono monótono de Europa del este y su físico musculoso, había encontrado el papel de su vida, el de una máquina", dijo el crítico Christopher Kelly en el Fort Worth Star Telegram (Texas).
Kelly llegó a decir que piensa mudarse a California para apoyar la candidatura a gobernador del actor. De esta manera, se asegurará que no vuelva a hacer películas.
Pese a las múltiples referencias a la posibilidad de presentarse a gobernador mientras promocionaba su película, el actor no confirmó aún si tiene real intención de incursionar en la política.
Durante un programa de la cadena de televisión NBC, el actor ya había anunciado que se iba a ir a presentar su película en Iraq, donde "no hay gobierno, al igual que en California".
El momento es de lo más oportuno: con un déficit de 38 millones de dólares en California y una férrea campaña para revocar al actual gobernador, Gray Davis, son muchos los analistas que creen que podría ganar si se presentara al cargo.