El ex militar argentino Ricardo Cavallo fue extraditado hoy desde México a España para ser juzgado por delitos de genocidio y terrorismo ocurridos durante la última dictadura en ese país sudamericano (1976-1983).
 
Cavallo fue entregado dentro del avión por miembros de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) de México a los tres agentes españoles encargados de la custodia durante su traslado a Madrid.
 
El avión, un Boeing 707 de la Fuerza Aérea Española, partió a las 13:30 horas (18:30 GMT) del hangar de la Procuraduría General de la República (PGR), en la capital mexicana.
 
La extradición, que fue acordada por la Suprema Corte de Justicia de México el pasado día 10, constituye un precedente judicial en la persecución de los crímenes de lesa humanidad.
 
El ex militar argentino fue detenido en México en agosto de 2000, cuando intentaba regresar a su país después de que investigaciones periodísticas pusieran al descubierto sus actividades como presunto torturador y responsable de varias muertes y desapariciones de opositores.
 
Antes de partir a España, el ex militar argentino fue sometido hoy a diversos exámenes médicos para comprobar su estado físico y mental, en tanto que personal de la Procuraduría (Fiscalía) General de la República de México le informó de su situación jurídica.
 
Cavallo fue conducido hasta el hangar de la Procuraduría General de la República en el Aeropuerto de Ciudad de México desde el Reclusorio Oriente, donde permaneció detenido durante casi tres años.
 
A pesar del fuerte dispositivo de seguridad dispuesto por las autoridades mexicanas, un grupo de familiares de desaparecidos durante de la represión militar en Argentina golpeó el furgón donde era trasladado el presunto genocida.
 
En medio de escenas de júbilo, llanto y rabia contenida, los manifestantes, pertenecientes al movimiento "Cavallo Entre Rejas", coreaban consignas y mostraban pancartas con la leyenda "Sí se pudo", en alusión al desenlace del largo proceso de extradición.
 
Al salir de las oficinas del hangar de la Procuraduría General de la República (PGR) antes de abordar el avión que le llevó a España, otro grupo de víctimas de la dictadura argentina le gritó " Asesino, genocida!".
 
El ex capitán de corbeta, que hasta el momento de su detención se desempeñaba en México como director del Registro Nacional de Vehículos, se mantuvo impertérrito a pesar de las manifestaciones de repudio en su contra.
 
Esposado y protegido con un chaleco anti-balas que llevaba puesto encima de un traje gris, Cavallo se limitó a expresar su disgusto por el despliegue de reporteros, camarógrafos y fotógrafos que han seguido paso a paso las últimas horas de su estancia en México.
 
Cavallo, conocido con los alias de "Serpico" y "Marcelo", fue uno de los responsables de las operaciones de tortura en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, donde se concentró principalmente la represión contra la oposición al régimen.
 
Tras su llegada a España, Cavallo rendirá declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón mañana, domingo.