Un total de 125 niños y jóvenes procedentes de España y Europa con alguna enfermedad neurológica se beneficiarán este año del programa de "delfinoterapia" promovido por un parque temático de la localidad mediterránea de Benidorm.
Este programa pretende la interacción entre los delfines y los niños, de edades comprendidas entre los 2 y los 21 años, que padecen alguna enfermedad neurológica o psicológica, como autismo, retraso mental, retraso psicomotor, hipotonía muscular o síndrome de Down.
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Durante dos semanas, los niños se acercan y se bañan con los delfines, animales especialmente capacitados para estimular a las personas con problemas de comunicación y problemas emocionales.
A través del trato con estos animales, los niños aprenden a abrirse más hacia su entorno y a comunicarse mejor con los demás.
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Según explicó el director técnico del programa, Branko Weitzmann, "hay pruebas que corroboran que en el agua, con los delfines, los niños aprenden las cosas de cuatro a diez veces más rápido que en casa o en el hospital".
Los delfines son para los niños, en primer lugar, una motivación para entrar en el agua y realizar los ejercicios y, por otra parte, un "terapeuta", ya que, según Weitzmann, "emiten ondas supersónicas diez veces más fuertes de las que tenemos en los hospitales y son vibraciones que estimulan al niño".
Este programa nació con el objetivo de "aumentar la calidad de vida de los niños y de sus familias".
A través de la interacción con los delfines los pacientes consiguen aumentar su concentración, y de este modo, el resto de terapias que siguen desde casa o en el hospital resultan mucho más efectivas.
"Los niños aprenden a concentrarse, a moverse, a manifestar su alegría y, además, gracias a la terapia aumenta la capacidad de evaluación de sí mismos", añadió Weitzmann.
El parque temático Mundomar es uno de los pocos centros de Europa que realiza este tipo de terapia.
También es uno de los dos únicos centros que existe en el mundo que trabaja sin premiar al delfín durante la sesión terapéutica, ya que "busca en todo momento -según Weitzmann- la reacción y el movimiento natural del animal, para que el delfín se guíe por su instinto y no por la comida".
El año pasado un total de sesenta niños de diferentes partes de España se beneficiaron de este programa.
Este año serán 125 las familias que participen, no sólo de España, sino también de Alemania y Gran Bretaña.
El objetivo del parque es realizar un estudio de la evolución que han experimentado los niños a lo largo de un periodo de cinco o seis años, ya que en la actualidad tan sólo existen estudios que abarcan un año de investigación.
Este tipo de terapias, que todavía están en fase de experimentación, son conocidas sobre todo en Estados Unidos, aunque bastante inaccesibles debido a su elevado costo.