La familia real británica celebró los 21 años del príncipe Guillermo, el sábado por la noche con una fiesta con vestuario temático africano.

 

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Hasta su abuela, la reina Isabel, prometió vestirse para la ocasión y celebrar la mayoría de edad del príncipe, que ha heredado el aspecto atractivo de su madre, la desaparecida princesa Diana.

 

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Guillermo, que estudia la lengua swahili por su cuenta en la universidad de Escocia y le gustan los safaris en Africa, escogió el tema de vestuario africano y decidió que sería divertido sacar a la realeza de sus atuendos formales.

 

"La etiqueta es buena, pero un poco estéril. Pensé que una temática sería divertida", dijo Guillermo en una entrevista con Press Association.

 

"Mi abuela pudiera ser un poco aprensiva con lo que se va a vestir y lo que vaya a suceder", dijo sobre la reina, de 77 años.

 

"No sé lo que se irá a poner, pero seguro que lucirá sorprendente con cualquier cosa que escoja", agregó el príncipe. No se dieron detalles del atuendo de la reina.

 

Más de 300 familiares y amigos fueron invitados a la fiesta por los padrinos de Guillermo.

 

En la fiesta tocó una orquesta africana de seis músicos, Shakarimba, de una apartada aldea de Botswana. Guillermo los escuchó durante unas vacaciones en Botswana en 1999. Ahora el conjunto toca para la crema de la alta sociedad británica.

 

El Palacio de Buckingham, conocedor de la prensa y deseoso de mostrar a una monarquía actualizada que ha dejado atrás la deferencia de la edad, orquestó cuidadosamente los preparativos para el cumpleaños de Guillermo.

 

Anteriormente, el príncipe habló sobre los curiosos tabloides británicos, los rumores de novias y la responsabilidad que le corresponde como heredero de la corona británica.

 

"No tengo una novia fija" dijo y expresó pena para toda muchacha que salga con él bajo el imperdonable y omnipresente ojo de los medios de difusión.

 

"Ha habido muchas conjeturas sobre cada muchacha que está conmigo y eso realmente me ha llegado a irritar, más que nada porque es una molestia total para las chicas".

 

"Es muy difícil para ellas y no me gusta nada. De pronto, están a la vista de todos", agregó.

 

Sobre el trono, Guillermo dijo que es su deber suceder a su padre, el príncipe Carlos.

 

Segundo en la línea de sucesión después de Carlos, algunos sectores de la prensa británica han caracterizado a Guillermo de renuente a la realeza, incómodo de asumir sus funciones reales.

 

El escritor Johann Hari llegó a sugerir en su libro "God Save the Queen? The Truth About the Windsors" ( Dios salve a la reina? La verdad sobre los Windsor") que el príncipe no tiene intención de ser coronado rey.

 

" De todas estas preguntas de que si yo quiero ser rey?", dijo Guillermo. "No es un asunto de que yo quiera o no, es algo que nació conmigo y es mi deber".

 

"Querer no es la palabra apropiada, pero esas historias de que yo no quiero ser rey están equivocadas. Es una función muy importante y que no me tomo a la ligera", explicó el príncipe.  

"Se trata de ayudar a la gente y una dedicación y lealtad que confío tener: que sé que tengo. (...) Quiero terminar la universidad y entonces quizás pensar seriamente sobre eso en el futuro", agregó.