Mónica Peñafiel se mostró orgullosa de su hija Korem Banquera, una pequeña de un año y nueve meses, quien a los tres meses de nacida comenzó a participar en el programa de estimulación temprana que organizó la Fundación Reina de Guayaquil.
La madre primeriza, quien habita en la cooperativa de vivienda Antonio Neumane de la isla Trinitaria, fue testigo de cómo la bebé logró sincronizar sus movimientos motrices, ser receptiva y comunicativa.
Publicidad
“A los pocos meses observamos los cambios gracias a la ayuda de Piedad (la instructora)”, comentó con orgullo el sábado pasado en la casa abierta durante la clausura del programa ‘Creciendo con nuestros niños’ que se realizó en los sectores Nuevo Rumbo y Nueva Esperanza.
Pero los cambios no solo le llegaron a Korem, Peñafiel se siente satisfecha porque sus sobrinos Álex, Andrés y Sabrina también lograron avances en el aprendizaje, ya que debido a que son menores de escasos recursos económicos no tenían posibilidad ni el dinero necesario para matricularlos en jardines de infantes que les enseñen los primeros trazos.
Publicidad
Marlene Monserrate, en estado de gestación, llegó al sitio desde la cooperativa Patria Nueva acompañada de su hijo Joel Pinto, de 4 años, quien –a su criterio– está preparado para ir a la escuela porque “ya sabe pintar, pegar y rasgar al igual que otros niños”.
Ciento noventa y dos menores, de 2 a 6 años, recibieron instrucción de párvulos desde el 1 de julio del 2001 durante dos años, refirió María del Pilar Garzón de Bernal, madre de Andrea Bernal, ex reina de Guayaquil.
El proyecto, que financió en el 90% el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), contó con el apoyo de la empresa privada.