El agua es una importante fuente de seguridad alimentaria en el planeta y como tal deber ser salvaguardada, según subrayó este jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En un llamamiento con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, dedicado este año al problema del agua, el director general de la FAO, Jacques Diouf, ha pedido a la comunidad internacional que colabore en la conservación de los recursos hídricos.

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"Si todos los países afectados -dijo- considerasen prioritaria una administración más eficaz de sus recursos hídricos, no seríamos testigos de desastres como la crisis alimentaria que sacude actualmente el Cuerno de Africa y Africa austral".

El responsable del organismo de las Naciones Unidas  aseguró que es necesario concentrar esfuerzos en mejorar el desarrollo y la gestión del agua en la agricultura para responder a la creciente demanda de alimentos, aliviar la pobreza y respaldar el crecimiento económico.

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La escasez de agua es uno de los problemas más preocupantes del nuevo milenio y sobre el que las Naciones Unidas trata de sensibilizar a la opinión pública mundial.

La FAO estima que en los próximos 30 años será necesario producir un 60% más de alimentos para nutrir a la población mundial en aumento, cuya mayor parte tendrá que proceder de la intensificación de la agricultura de regadío.

Pero el agua escasea ya en muchos países y en 2030 uno de cada cinco países en desarrollo se verá amenazado por su falta.

La respuesta a este reto es mejorar la productividad agrícola y el empleo sostenible de los recursos hídricos, con métodos de riego más efectivos -como el riego por goteo- potenciando la recogida y reciclaje de aguas y empleando mejores semillas y técnicas agrícolas, según los expertos de la FAO.

En la actualidad, alrededor del 20% (unos 205 millones de hectáreas) de los terrenos agrícolas en los países en desarrollo se destina a la agricultura de regadío, que representa un 40% de su producción agrícola.

Se prevé que en las próximas tres décadas estos países amplíen la superficie de regadío en 40 millones de hectáreas.

La FAO recordó que diversas regiones del mundo se enfrentan a graves problemas hídricos, como algunos países de Oriente Medio y Africa del Norte, así como del Sur y el Este de Asia, que tienen sobreexplotados sus acuíferos.