Causantes de la matanza advierten que no permitirán la presencia de policías o militares en la zona.

Mientras una comisión de autoridades de Pastaza ingresó ayer al sector de Cuchicocha, para tomar acciones legales sobre la muerte de 26 indígenas Taromenane (que se creía eran Tagaeri), dirigentes huaorani de Tigüino dijeron que no permitirán la intervención de la justicia ordinaria para juzgar el caso.

Cuchicocha está a dos días de camino de Tigüino, sector donde reside la mayoría de los nueve huaorani que el 26 de mayo pasado asesinaron, según ellos por venganza, a 26 taromenane, entre hombres, mujeres y niños.

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“Los indígenas tenemos nuestras propias leyes. La Constitución garantiza el juzgamiento según nuestras costumbres. Lo que pasó es un asunto entre nosotros y no tiene por qué haber juicios ni presos”, señaló Iki Ima, presidente de la comunidad Tigüino. El dirigente expresó que el pasado viernes se reunió con el comandante de la Policía de Orellana, Crnel. Aníbal Montalvo, a quien explicaron los motivos que llevaron a la matanza.

“Es un enfrentamiento que viene de años. Ya mucho nos atacaban, mucha gente familia nuestra murió, por eso los compañeros tomaron venganza”, dijo Iki.

Señaló que luego de este suceso, los huaorani, que matan por primera vez desde su evangelización, se quedarán tranquilos. “Existe el compromiso de no molestar más a los taromenane. Ellos tienen su territorio y debe de respetarse, por eso pedimos que las madereras salgan”, agregó el dirigente.

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Los nueve participantes en la masacre de los taromenane son considerados héroes por la comunidad, “por haber cumplido con una misión de venganza”, según Richard Ima, dirigente de Bataburo, comunidad huaorani.

Los huaorani advirtieron que si se inician acciones legales contra los nueve atacantes o si se los toma presos, entonces tomarán represalias. “También lancearemos a policías o militares”, indicó Omene Ima, uno de los participantes en la matanza.

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La cabeza de un taromenane, traída como trofeo por los huaorani, fue formolizada y la mantienen en la comunidad. Iki Ima indicó que directivos de una universidad de Quito les ofrecieron comprarla, con fines investigativos, pero aún no deciden su venta.

Incendio de cabañas
Dirigentes huaorani de Bataburo y Tigüino descartaron que el incendio de las cabañas de Kembery Tour, haya sido causado por los taromenane, en represalia por la muerte de 26 de sus miembros.

Iki Ima, presidente de Tigüino, responsabilizó del hecho a los comuneros huaorani de Ñumeno. “Parece que por envidia o –a lo mejor– por la muerte de los taromenane, hicieron esto”, señaló.

Las cabañas eran de propiedad de Vicente Sevilla, quien las construyó en sociedad con la comunidad de Tigüino.
 Según Ima, las pérdidas por el incendio ascienden a 300 mil dólares y anunció que presentará una denuncia penal contra los dirigentes de Ñumeno.

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