En cuanto a la acción que se ha emprendido de sustituir los pocos árboles que tiene la ciudad, por palmeras, me parece una decisión errada.
Los árboles dan muchos beneficios para el medio ambiente, como sombra (sus hojas actúan como filtro ante el ruido); oxígeno (son consumidores de anhídrido carbónico); absorben el calor (las partículas de óxido de carbono retienen el calor, las cuales son consumidas por los árboles para realizar la fotosíntesis; por eso debajo de un árbol siempre hay un fresco satisfactorio).
Las palmeras también tienen estas características, pero por su escaso follaje las presenta en menor cantidad. En conclusión, los árboles son descontaminantes en potencia, y eso es lo que se debe buscar en una gran ciudad.
Blgo. Pedro Triviño R.
Guayaquil
Me encuentro molesta por tanto corte de árboles que nos daban sombra fresca en Guayaquil.
Los usuarios del transporte público que pasamos mucho tiempo en la calle en espera de abordar los buses, soportamos el sol y no tenemos ahora árboles que nos protejan, pues el calor se concentra en el cemento y el asfalto.
¿Cómo pueden talar árboles en esta ciudad que necesita sombra, y las palmeras no la dan?
Margarita Santos L.
Guayaquil