1El club colombiano América de Cali venció 4-1 (3-0) la noche del martes al argentino River Plate, en partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa Libertadores del 2003, y clasificó a las semifinales del torneo continental de fútbol.
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Los cañoneros cafeteros Julián Vásquez, a los 29 y 35 minutos, Jairo El Tigre Castillo (42) y Leonardo Moreno (90+9), marcaron los goles de los Diablos Rojos, mientras que el mediocampista Daniel Ludueña, a los 68, anotó el tanto de millonario.
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Tras 20 minutos inciertos en los que no encontraba la pelota ni los espacios de maniobra -incluso en éstos perdió a uno de sus hombres vitales en el medio campo por lesión-, el América de Cali despertó, sacó su fútbol de la nada, abrió la cancha y se topó con un marcador amplio, que le entregó la victoria en sólo la primera mitad.
El once caleño conjugó, luego de esos 20 minutos iniciales de auténtica zozobra, precisión, amplitud y definición para deshacerse de los millonarios.
El capitán Fabián Vargas emergió como el conductor de los americanos apoderándose de la pelota, mientras que Vásquez -llegó a 8 anotaciones en la Copa- y Castillo se encargaron de desdibujar a la zaga argentina.
Con ellos el extremo derecho Rubén Bustos y el izquierdo Kilian Virviescas, hasta cuando estuvo -fue expulsado al cierre de los primeros 45 minutos-, se encargaron de ensanchar la cancha y ganar la línea de fondo, encerrando a River Plate en sus predios para restarle margen de maniobra.
En efecto la fórmula funcionó y dio sus primeras luces a los 29 minutos. Bustos realizó un saque de banda buscando el primer palo, allí apareció Luis Asprilla peinando la pelota al área chica, donde Vásquez ganó la posición a su marcador para cabecear en las barbas de José María Buljubasich para el primer gol.
Con el 1-0 en el pizarrón la cuenta global se equilibraba -River Plate ganó 2-1 en Buenos Aires-, por lo que América de Cali se fue en busca de la ventaja apretando el acelerador a fondo.
Fue así como Vargas lanzó una pelota al vacío para que Vásquez la ganara con una diagonal hacia el área y de media vuelta y de potente remate marcara el segundo de la noche, aunque con la complicidad del cuida vallas visitante.
El 2-0 apareció, entonces, como un justo premio para el América de Cali, que a esa altura del partido era dueño absoluto de las acciones.
Pero los Diablos Rojos iban por más y encontraron el tercer tanto a los 42. Castillo, a quien el central uruguayo Gustavo Méndez le anuló un gol en claro fuera de lugar a los 13 minutos, tuvo su oportunidad de celebrar con la tribuna, tras una brillante maniobra individual de Virviescas por izquierda.
El 3-0 recibió a River Plate para los segundos 45 minutos, y a pesar de los solitarios esfuerzos de su estrella, el creativo Andrés Dalessandro, los dirigidos por el chileno Manuel Pellegrini no encontraron los goles suficientes para acortar la diferencia.
El ingeniero movió sus fichas tratando de aprovechar el hombre de más en el terreno, ingresó al habilidoso Ludueña en lugar del intrascendente Víctor Zapata, y éste se encargó de marcar el 3-1 a los 68 minutos.
Pero el reloj jugó en contra de River Plate, que privilegió la violencia en lugar del fútbol al final del partido, en los que se sucedieron bochornosos incidentes que dejaron como saldo las expulsiones de los hermanos Claudio y Darío Husain, y de Asprilla en las filas de casa.
Tras la reanudación del encuentro, al que se le sumaron nueve minutos de adición, Castillo y Moreno montaron un contragolpe, que el segundo resolvió ante la salida de Buljubasich para el lapidario 4-1.
América de Cali se enfrentará en semifinales con el ganador de la serie que disputan Boca Juniors de Argentina y Cobreloa de Chile, y en la que los xeneizes son claros favoritos para clasificar, gracias a la victoria de 2-1 en el partido de ida disputado en Calama.