La epidemia de neumonía atípica se agrava en Taiwán, que este martes registró los récords diarios de 12 muertos y 39 nuevos casos, mientras China afirma que la propagación del virus está ahora controlada.

En China continental, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) provocó cinco nuevos decesos y se registraron 17 nuevos casos, destacó el ministerio de la Salud.

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"El número de nuevos casos en China continental está disminuyendo", subrayó el ministerio en un comunicado, mientras que el número de nuevos enfermos confirmados fue inferior a 20 por segundo día consecutivo.

En la provincia de Guangdong (sur), donde la epidemia tuvo su origen en noviembre pasado, no se señaló ningún nuevo caso confirmado. El total de casos de SRAS en China continental se eleva ahora a 5.248 y el de muertos a 294, según el ministerio.

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Mientras en su sede de Ginebra la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedica parte de su asamblea general al SRAS, los principales focos, salvo en Taiwán, parecen orientados hacia una tregua.

En Hong Kong, dos nuevos enfermos, una mujer de 51 años y un hombre de 81 años, murieron de SRAS y las autoridades sólo señalaron el martes cuatro nuevos casos.

Hong Kong, el segundo territorio del mundo más afectado por la enfermedad, contabiliza ahora 1.718 casos, entre los cuales 253 muertos y 178 enfermos hospitalizados, 44 de ellos en cuidados intensivos.

Por el contrario, en la isla de Taiwán la situación no cesa de agravarse, si bien allí la epidemia se manifestó más tarde, y el número de muertos es ahora de 52 para un total de 383 enfermos.

Más del 90% de los contagios se registraron en los hospitales en los que decenas de personas dejaron sus puestos de trabajo debido a la falta de protección adaptada y siete establecimientos hospitalarios se vieron obligados a cerrar algunos servicios.

El hospital municipal Hoping de Taipei y el hospital Jen Chi fueron completamente cerrados en abril. El martes, el ex director del hospital Hoping, Wu Kang-wen, que fue destituido, presentó llorando excusas públicas por el contagio masivo que se produjo en ese establecimiento.

Las autoridades de Taiwán fueron criticadas por su laxismo a la hora de tomar medidas de cuarentena destinadas a prevenir la propagación del virus contra el que los médicos no poseen todavía ni medicinas ni menos aún una vacuna.