La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió ayer en dos puntos: la eliminación del subsidio del gas y aumentar el valor del bono solidario.
Anne Krueger, subdirectora del FMI, explicó que el Gobierno debe fijar el precio real del cilindro de gas, para evitar el contrabando y gastos al fisco.
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“El incremento del bono solidario será una ayuda para que los consumidores puedan comprar el gas. Así no se afectará a los más pobres y se eliminará el contrabando”, dijo.
Aunque Krueger no dio valores, sostuvo que el precio debería ser igual al que se cotiza en el mercado internacional.
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“Así el Estado no perderá dinero y se podrá mejorar la distribución de los recursos”.