Algunos daban como ganador a Jack Nicholson por About Schmidt. Otros aseguraban que Daniel Day Lewis no podía perder con Pandillas de Nueva York. Pero en medio de un clima atormentado por la Guerra de Estados Unidos con Iraq, pudo más la interpretación de Brody de un pianista judío-polaco que sobrevivió evitando a los nazis de la Segunda Guerra Mundial.
P: ¿Fue difícil recibir el premio sin poder festejarlo por el clima de guerra?
R: No tuve remordimientos en ir a la entrega de los Oscar. Pero fue difícil celebrar en medio de tanta tristeza y conflictos. Sin embargo, el reconocimiento por el trabajo de un artista, los actores y cineastas, es válido. Merecemos celebrarlo. Lo bueno es que dije lo que quería decir.
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Se refiere al largo discurso que dedicó, después de besar apasionadamente en la boca a Halle Berry, cuando ella le entregó el Oscar. “Seguro no le avisaron que ese beso era parte del regalo que iba a recibir. Mi Dios. Gracias”, decía un emocionado Adrien Brody, luego de escuchar su nombre por encima de los favoritos. A sus 29 años se había convertido en el más joven en ganar el Oscar al Mejor Actor. “Yo me había olvidado de quién era ¿este Adrien es al que llaman? , decía entusiasmado”. Las risas superaban la emoción, pero la seriedad retomó camino. “Lo que sé es que nunca antes sentí tanto amor y coraje de mis colegas. Si no fuera por el insomnio y los ataques de pánico que tuve, podría decir que pasé momentos increíbles”. Las luces empezaban a marcar la llegada de los 45 segundos límites. El reloj seguía corriendo, pero Adrien Brody no paraba de agradecer. “Esta película no hubiese sido posible sin la impresión de Wladyslaw Szpilman. Este es un tributo a su supervivencia.
Me gustaría agradecer a Roman Polanski por haberme dado el rol de mi vida”. El límite ya había pasado y la música intentaba pararlo, cuando fue Adrien quien pidió que pararan la melodía: “Un segundo, por favor, un segundo”. Todavía le faltaba hablar sobre el tema del día y tantos puntos en común con su película. La Guerra. “Tengo una enorme alegría, pero también estoy lleno de tristeza esta noche porque estoy aceptando un premio en semejante momento. La experiencia de filmar esta película me hizo dar cuenta de la tristeza y deshumanización de la gente en los tiempos de guerra. Y sin importar en lo que ustedes crean, sea Dios o Alá, recemos por una resolución rápida y pacífica”. Los aplausos estallaron como granadas de paz, mientras la triste mirada de Adrien arrancaba lágrimas de famosos como Diane Lane y Kate Hudson. “Tengo un amigo en Queens que está en Kuwait como soldado ahora mismo: Tommy Zarabinski”, siguió contando, “y espero que él y otros chicos puedan volver a casa pronto. Que Dios los bendiga. Los amo. Gracias”. Con semejantes palabras, no solo ganó el Oscar. Se ganó también el corazón de todos.
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P: ¿Cree que su amigo soldado lo habrá visto nombrándolo?
R: Estoy seguro de que estuvo mirando.
P: ¿Qué nos cuenta del apasionado beso que le dio en el escenario a Halle Berry?
R: Bueno... era la única vez que pude encontrar una verdadera excusa para hacer algo así. Nada más. Me la jugué y lo hice.
P: ¿Mientras tanto, en la platea lo veían sus padres que había traído como invitados?
R: Ellos también me habían acompañado al Festival de Cannes. Se los debía, porque me acuerdo que después de pasar seis meses entrenándome para otra película de guerra La delgada línea roja, los llevé a verla y recién en el cine me enteré de que el director, Terrence Malick, había cortado todas las partes donde yo hablaba, pues había filmado una película de cinco horas y el estudio le dijo que era inadmisible. Tuvo que reducirla a tres horas y desapareció mi personaje. Pero esta vez me sentí orgulloso de poder compartir semejante alegría con mis padres, porque siempre me apoyaron.
P: ¿A qué se dedican ellos?
R: Mi madre, Sylvia Plachy, es fotógrafa y yo me crié con negativos colgados en el lavadero y copias secándose en el pasillo. Mi padre, Elliot, era maestro en una escuela pública de Nueva York. Tuvo mucha paciencia conmigo.
P: ¿Su discurso en la ceremonia fue improvisado?
R: Sí, pero había estado pensando sobre el tema en los últimos días. Y que me hayan reconocido por una película que trata sobre la guerra, que muestra las repercusiones terribles que tiene... Por mis experiencias al filmar El Pianista yo pude entender lo que pasa la gente en momentos como esos. Es muy difícil para nosotros darnos cuenta las pérdidas que afrontan los individuos y yo interpreté uno de esos individuos. Trabajé muy duro para entender lo que significaba y te aseguro que se atraviesa por muchísima tristeza.
La película El Pianista está basada en las memorias del polaco judío Wladyslaw Szpilman que, siendo concertista de piano, busca sobrevivir en la Segunda Guerra Mundial con una mudanza al gueto de Varsovia, salvándose de que lo lleven a los campos de concentración de la muerte y escapando del gueto para sobrevivir los siguientes tres años, con la ayuda de miembros de la resistencia y la milagrosa mano de un oficial alemán.
Lo curioso es que antes de filmar la película, Adrien no sabía tocar tan bien el piano “solamente tenía el conocimiento básico para tocar, porque había estudiado un poco. Pero definitivamente no era un concertista y tuve que aprender en seis semanas, con clases de cuatro horas diarias, mientras me obligaron a perder peso y dejarme crecer la barba”. Aun así, la peor adaptación para vivir al estilo del personaje de El Pianista fue dejarlo todo tal cual como en la película: “Antes de irme de casa para filmar dejé mi departamento de Nueva York, vendí el auto, me deshice de los teléfonos, de todo porque pensé: este personaje lo pierde todo, sería bueno dedicarme de lleno y hacer lo mismo”. Pero cuando llegué a la filmación me di cuenta de lo estúpido que había sido. Ya bastante infierno pasaba con el rodaje, porque me había alejado de todo, incluyendo la novia que tenía en aquel entonces”.
Mirando un poco hacia atrás, Brody estaba en Francia filmando The Affair of the Necklace cuando se enteró de que Roman Polanski quería conocerlo. “Yo no tenía idea de lo que quería, solamente me pidió una reunión”, recuerda Brody. “Cuando me contó la historia quedé encantado porque me di cuenta que no solo iba a contar la vida de Spilman sino también la historia de Polanski”. Porque habiendo sobrevivido del bombardeo de Varsovia y del gueto Krakow, Roman Polanski filmó la película para recrear la visiones de su infancia, cuando sus padres fueron llevados a los campos de concentración. Después de que su madre murió y con solo 7 años, Roman pudo escapar por un agujero en el alambrado del gueto y consiguió la protección de una familia de católicos hasta el final de la guerra.
P: ¿Imaginaba que Roman Polanski también iba a ganar el Oscar como Mejor Director?
R: Yo estaba ilusionado en que sucediera. No hablé con Roman todavía, pero voy a hablar con él, más tarde. Es un gran logro y como director él es muy talentoso y disciplinado. Trabajamos juntos durante seis meses. Me brindó muchísimo material para mi personaje, porque él mismo es un sobreviviente y me siento honrado en que me haya elegido a mí. Me hace feliz por el Oscar que él también ganó, porque se merece el reconocimiento. Yo trato de no anticiparme a lo que pueda pasarme en la vida, pero trato de estar preparado para que sucedan grandes cosas, aunque también me preparo para que no sucedan. Por eso llegué a la entrega con la mente abierta.
P: Los perdedores suelen decir “ya gané con solo venir a los Oscar”. Usted, ¿qué piensa?
R: Es que así me sentía yo, antes de que me dieran todos los premios que tuve por las nominaciones que había recibido. Porque me beneficié con la experiencia de haber hecho un buen trabajo y crecí no solo como actor, sino también como ser humano y ahora que recibo en la mano algo que me emociona tanto, es más de lo que pueda poner en palabras. Me siento tremendamente honrado de haber podido expresar mis sentimientos sobre lo que pasó en este mundo.