Los candidatos a la presidencia de Argentina cierran hoy sus campañas para los comicios del próximo domingo en momentos en que los resultados de las encuestas cambian con el correr de las horas y el ganador sigue siendo una incógnita.
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Los tres postulantes del gobernante Partido Justicialista (PJ-peronista), el favorito para estas elecciones, harán sus respectivos actos, que prometen ser multitudinarios.
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En tanto, el candidato de centroderecha Ricardo López Murphy, el único que aparece con posibilidades serias de derrotar al peronismo, encabezó anoche una marcha seguida de mitin a las afueras de Buenos Aires en la que dio por segura su llegada al poder.
La veda política comienza mañana y en sus últimas apariciones públicas los aspirantes presidenciales intentan consolidar una masa decisiva de votos para acceder a la casi segura segunda vuelta electoral, prevista para el 18 de mayo próximo.
Ningún postulante supera el 25% de intención de voto y para ser elegido presidente en primera ronda el ganador debería obtener el 45% de los sufragios o al menos el 40% y una diferencia mayor a 10 puntos sobre el segundo.
Las últimas encuestas anticipan un resultado muy reñido entre el ex presidente Carlos Menem, el gobernador de la sureña provincia de Santa Cruz, Néstor Kirchner, ambos peronistas, y el economista conservador López Murphy.
Anoche el candidato del Movimiento Federal Recrear denunció que hay un pacto para no dejarlo gobernar de los partidos tradicionales, como el PJ y la Unión Cívica Radical (UCR), que no tiene ninguna posibilidad de triunfo en estos comicios.
López Murphy, surgido de las filas de la UCR, dijo que si es elegido presidente no va a tener un final como el del gobierno inconcluso de Fernando de la Rúa (1999-2001), del que fue ministro de Defensa y de Economía.
El peronista Menem, que presidió el país entre 1989 y 1999, hará a su vez la mayor apuesta de la campaña al encabezar hoy un acto masivo en un estadio de fútbol de Buenos Aires con capacidad para 70.000 personas.
Al mismo tiempo su correligionario Kirchner, quien cuenta con el apoyo del Gobierno de Eduardo Duhalde, procurará reunir a unos 50.000 militantes en una manifestación en el populoso distrito de La Matanza, situado en los alrededores de la capital.
El otro candidato del PJ es el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, que está entre el cuarto y el quinto puesto en los sondeos, cerrará la campaña con un mitin en San Luis, la provincia del centro argentino que gobernó durante 18 años.
En la misma franja de intención de voto se ubica la diputada de centroizquierda Elisa Carrió, quien hoy dirige un mensaje a la población desde un paseo cultural de Buenos Aires.
En un seminario realizado ayer, miércoles, varios analistas y expertos en estudios de opinión pública advirtieron que una eventual segunda vuelta entre Menem y López Murphy, ambos de tendencia neoliberal, "dejaría afuera a gran parte de la ciudadanía".
En cambio, dijeron que si el ex presidente accede a esa instancia junto a Kirchner, que está más ligado al progresismo y propone continuar el modelo productivo de Duhalde, habría "un espectro más amplio".
"Ante una democracia tan fragmentada y debilitada hay que preguntarse cuánto de la ciudadanía quedaría comprendida en la elección" del domingo, señaló el sociólogo Ricardo Rouvier.
El analista Carlos Gervasoni opinó que "la mayoría no vota por ideologías y programas", ya que "según la interpretación ideológica Menem y López Murphy son dos candidatos de derecha y, sin embargo, no comparten el electorado".
Los especialistas reiteraron que estas elecciones pueden convertirse en las más reñidas de la historia de la democracia argentina, caracterizadas por el bipartidismo entre peronistas y radicales.
También destacaron el poco entusiasmo que despertó la campaña entre los argentinos, que en medio de la grave crisis económica y social de los últimos años han perdido la credibilidad en los dirigentes políticos.