Ministros de Defensa de nueve naciones sudamericanas y representantes de otros tres países del continente dijeron este miércoles que han identificado intereses y preocupaciones comunes que en el futuro ayudarán a forjar un sistema propio de seguridad regional.

En su reunión de un día, los ministros evaluaron la seguridad internacional tras la guerra en Iraq, discutieron problemas como el narcotráfico y la criminalidad organizada, y áreas de cooperación entre las industrias militares de la región.

 

Con la asistencia de los ministros de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay, y delegados especiales de Venezuela, Colombia y Guyana, la cita fue convocada en ocasión de una feria y Conferencia Internacional de Tecnología y Defensa que se inauguró el martes en esta ciudad. Fue la primera reunión de titulares de defensa sudamericanos exclusivamente.

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Todos hemos sentado las bases para comenzar a construir un sistema de seguridad común. Eso es evidentemente algo que debe medirse en un plazo muy largo, pero es un esfuerzo en el que estamos empeñados y que parte de la vigencia de la democracia en la región, dijo el ministro de Defensa de Perú, Aurelio Loret de Mola.

Su colega chilena Michelle Bachelet fue más explícita:    Lo que queremos es desarrollar conceptos de seguridad y defensa comunes mucho más allá de lo que actualmente tenemos. Creemos que estamos acercándonos a eso.

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No hubo detalles concretos, pero los ministros dejaron claro que esa    seguridad común estaría basada en un creciente intercambio de información y de cooperación en el combate al crimen organizado.

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Recalcaron que las fuerzas armadas sudamericanas pueden dar apoyo a las misiones de paz de las Naciones Unidas. Una misión formada por soldados de Argentina, Chile y Paraguay ya opera en Chipre. Este hecho fue resaltado por la ministra chilena, quien dijo que era la primera vez desde 1816, cuando los libertadores de Argentina y Chile luchaban juntos, que militares de los dos países trabajan unidos en una misión.

 

Los ministros y los delegados discutieron también la perspectiva de armonizar algunos de los equipos militares de la región sudamericana y la posibilidad de desarrollar operaciones industriales conjuntas para aprovechar el mercado ampliado de toda la región.    Esto no se realiza de la noche a la mañana. Pero es un primer momento, dijo el Ministro anfitrión, el brasileño José Viegas Filho.

Eso daría un impulso a algunas industrias militares livianas de países como Brasil y Argentina, y abriría mayores posibilidades a la industria brasileña de aviación.

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Los ministros no especificaron la evaluación que habrían hecho sobre las relaciones internacionales tras la guerra en Iraq, pero el ministro argentino José Horacio Jaunarena subrayó, a título personal, que los mecanismos de las Naciones Unidas deberían ser reforzados y bajo la ONU, los países del continente podrían actuar para remediar los problemas causados por el conflicto.

 

El ministro boliviano Freddy Teodovich Ortiz dijo que el mantenimiento de la democracia había sido abrazado por las fuerzas armadas de la región y que, en el caso de su país, éstas se encontraban unidas al lado del estado de derecho.

Los ministros de Colombia y Venezuela estuvieron ausentes debido al encuentro que celebraban durante el día los presidentes de sus países.

El embajador colombiano, Jorge Enrique Garavito Durcin, dijo que su país había encontrado eco favorable entre sus vecinos a su pedido para que se evite apoyo directo o indirecto a las guerrillas que operan en su país.