Dos guayacos se encuentran

-Habla ahí loco, ¿cómo te baila?

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-Aquí pana, abollado. Me dejó mi jeva y me botaron del camello.

-Chuta loco, la casita.

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-Sí, lo más turro es que me dejó por un man más batracio...

-Pero la naple que esa pelada era bolera, a mí se me fue de bola como aburrida, no más como yo no soy
avioneta me le hice el loco, yo comía callado porque tú estabas metidísimo con esa jermu.

-Simón.

-Pero vamos a pegarnos unas bielas que me salió un bisnes y ando con harto guiso.

-No seas lamparoso loco que por acá chinean. Esto es zona para tu persona.

-Y tú ponte pilas con ese wacho que está pagador.

-Es falseta pues pana, se lo patié a mi viejo. Está bacán, ¿no?

-La naple, parece verídico.

-Capaz que es choreado, lo compró donde los cachineros.

-Bueno si no quieres la labie me barajo no más.

-No. Pero hazme un plei, aguántame un chance que me voy a reportar con mi vieja que anda paniqueada porque mi ñaño, el colorado, el mofle, está encanado.

-¡Qué salado ese pana! 

-Por andar hecho el sabido se metió a hacer cidis cuetes, pero un sapo de la Bahía la fue a berrear con los pacos.

-¡Es como la gabardina!

-Vengo en un toque. Verás, no me vas a hacer la voladora.

-Pero sopla.

-A ver madrinita, póngase once, pásese las pescuezudas y alguito de jama que andamos con la leona.

-La naple, póngase ahí unas banderas bien despachadas.

-Lukea a esa hembra.

-¡Bagrero! Se parece a tu vieja.

-Es tu ñaña.

-Paro, paro, no se cabree profeshor.

-No seas cargoso pues loco.

-Échese ahí otro tubo.

-Chupe ahí brother.

-Pana, ¿y qué trobo en el camello?

-Nada pu es, que tenían un lambón que me tenía puesto el ojo.

-¿Te echó la malilla?

-Simón brother, ese batracio me tenía fichado. La nota es que los duros querían que fuéramos de ternura
al camello y un día yo me aparecí con los quesos porque venía de jugar pelota. Entonces me hizo relajo el vetuco y yo me lo bajé de guán.

-Normal.