El canciller de Alemania, Gerhard Schroeder, propuso este jueves el derrocamiento del presidente iraquí Saddam Hussein, en un discurso ante el parlamento.

Es la primera vez que Schroeder acepta el cambio de régimen en Iraq como un objetivo de la guerra emprendida por Estados Unidos y sus aliados.

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Todos esperamos que la guerra concluya a la mayor brevedad posible, a fin de mantener la cifra de bajas a su menor nivel, dijo el Canciller alemán. Y esperamos que mediante la derrota de la dictadura, el pueblo iraquí pueda concretar una vida de paz, libertad y autodeterminación tan rápido como sea posible.

Alemania se opuso a la guerra, junto con Francia y Rusia, indicando que no se habían agotado medios pacíficos para desarmar a Iraq.

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Schroeder se opuso también al cambio de régimen como objetivo de la guerra.

El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, indicó su aceptación de un cambio de régimen en Iraq antes de reunirse con su colega británico Jack Straw, el miércoles en Berlín. Fue el intento más significativo de enemigos y partidarios de la guerra por enmendar diferencias.

Gran Bretaña, junto con Italia, España y varios países de Europa oriental, respaldaron a Estados Unidos en su decisión de atacar a Iraq, indicando que Saddam nunca aceptaría desarmarse de manera voluntaria.

Sin embargo, en su discurso ante el parlamento, Schroeder insistió en que la guerra podría haberse evitado a través de un desarme pacífico supervisado por los inspectores de armas de las Naciones Unidas.

Schroeder propuso la imposición de un orden justo y democrático en el Iraq de la posguerra y en toda la región. También exigió que se respete la integridad territorial del país, y que su soberanía política sea completamente restablecida.