El presidente de la Federación Iraquí de Fútbol, Oudai Saddam Hussein, hijo del jefe de Estado, ordenó hoy que continúe disputándose el campeonato liguero a pesar de la guerra en la que se encuentra inmerso el país.
Hoy se jugó el encuentro entre el Al-Zawra y el Samara, disputado en el estadio de éste último, a cien kilómetros al norte de Bagdad, ante unos 5.000 espectadores, que mostraron pancartas en contra de la ofensiva estadounidense.
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La ciudad de Samara, que también está sufriendo los bombardeos que comenzaron hace nueve días, asistió a la disputa del encuentro en medio de grandes cortinas de humo que teñían de negro el cielo.