"Saddam Hussein y sus hijos deben irse de Iraq en 48 horas. Su rechazo a hacerlo provocará un conflicto militar que comenzará cuando lo querramos", dijo Bush.
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Bush, llamó a las fuerzas iraquíes, en caso de guerra, a no combatir, a no combatir a las fuerzas norteamericanas, a no incendiar las instalaciones petroleras y a no utilizar armas de destrucción masiva.
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"Es muy tarde para que Saddam Hussein se quede en el poder, no es tarde para el Ejército iraquí actuar con honor y proteger a su país permitiendo la entrada pacífica de las fuerzas de la coalición para eliminar las armas de destrucción masiva", dijo Bush.
"Le pido a cada miembro de los servicios militares y de la inteligencia iraquí: Si viene la guerra no luchen por un régimen moribundo que no vale sus propias vidas", dijo Bush en su alocución televisada.
"Todo el personal militar y civil iraquí debe escuchar cuidadosamente esta advertencia: En cualquier conflicto su destino depende de sus acciones, no destruyan los pozos petroleros que son una fuente de riqueza que pertenece al pueblo iraquí, no obedezcan las órdenes de usar armas de destrucción masiva contra nadie, incluyendo al pueblo iraquí", afirmó.
"Los crímenes de guerra serán juzgados, los criminales de guerra serán castigados, y no habrá defensa para decir: "Sólo estaba siguiendo órdenes", expresó el mandatario
También pidió a los periodistas y a los inspectores de desarme de la ONU abandonar Irak: "Todos los periodistas e inspectores (de desarme) deben abandonar Iraq".
Por otro lado, sostuvo que Estados Unidos expulsó a personas vinculadas a los servicios de inteligencia iraquíes.
Apenas concluido el breve discurso, el Departamento de Seguridad Interior, anunció que aumentó el nivel de alerta por eventuales acciones terroristas a "muy elevado".