Se recuerda hoy 158 años de la jornada que lideró Guayaquil en los comienzos de la etapa republicana del Ecuador, para poner fin a los gobiernos del general Juan José Flores, que dirigió con repetidos desaciertos   la nación, salvo el fecundo periodo de Vicente Rocafuerte (1835-1939).

Al triunfo del episodio del 6 de marzo de 1845 debemos la restitución de las libertades ciudadanas y el fin del despótico militarismo extranjero que, a pretexto de su ayuda para  salir de colonialismo español, impuso una serie de prebendas.

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Más causas que determinaron la preparación del movimiento fueron los repetidos errores políticos de Flores y su abierta actitud regionalista dirigida a impedir el desarrollo armónico de la Costa, incluido Guayaquil.

Vicente Ramón Roca, Gabriel García Moreno, Pedro Moncayo, Vicente Rocafuerte, José María Urbina, José Joaquín de Olmedo y muchos otros personajes estuvieron involucrados en  la lucha antimilitarista y antifloreana -algunos de ellos- desde la primera presidencia del discutido oficial.

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La Constitución que recibió el apodo de la Carta de la Esclavitud, fue otro motivo para demandar la expulsión  del mandatario. El 5 de marzo del histórico  año, los planes se apresuraron y hubo enfrentamientos.

El memorable 6 el pueblo salió a las calles en apoyo de sus dirigentes; el 7 el gobernador Manuel Espantoso renunció ante una Junta Popular, por la presión de los revolucionarios que también demandaron la inmediata renuncia del presidente Flores.

El triunvirato
Apenas ocurrió el triunfo del movimiento, en esta ciudad se integró un gobierno provisorio (triunvirato) que formaron José Joaquín de Olmedo, Vicente Ramón Roca y Diego Noboa, en representación de los antiguos departamentos de Quito, Guayaquil y Cuenca, respectivamente.

Flores y sus allegados no quisieron perder sus privilegios y trataron de sofocar la revolución que ganó simpatizantes en todo el país.

Cuando concluyeron los sangrientos combates de la hacienda La Elvira, en Los Ríos, donde el gobernante se atrincheró con algunas de su tropas  aún leales, el 17 y 18 de junio de 1845 se firmaron los documentos del Convenio de La Virginia por los cuales el militar reconoció su derrota y se alejó del mando presidencial. El triunvirato de Olmedo, Roca y Noboa se mantuvo hasta que se reunió la Convención Nacional (octubre de 1845), encargada de reorganizar la República.