Veintitrés militares colombianos murieron este miércoles al estrellarse el helicóptero Black Hawk de fabricación  estadounidense en que viajaban por el norte del país andino, donde operan los  guerrilleros izquierdistas, informaron fuentes castrenses. 
 
"Las aeronaves de reconocimiento establecieron que los cinco oficiales,  tres sub oficiales y 15 soldados que iban abordo fallecieron", dijo el  portavoz del Ejército, el mayor José Espejo. 
 
El aparato cayó a tierra al parecer debido al mal tiempo imperante en una  zona montañosa cercana al municipio de Curumaní (700 km al norte de Bogotá, en  el departamento de Cesar), señaló un comunicado emitido previamente por la  jefatura militar. 
 
"En momentos en que tropas adscritas a la Fuerza de Despliegue Rápido  (Fudra, unidad de élite del Ejército) llevaba a cabo operaciones ofensivas en  Cesar, uno de sus helicópteros Black Hawk que participaba en la acción militar  se accidentó", enfatizó el comunicado. 
 
La aeronave fue avistada accidentada por otros aparatos de reconocimiento,  dijo el alto mando castrense, que indicó que las labores de rescate se  retrasaron debido al mal tiempo y a la difícil topografía. 
 
En esas operaciones participaron cientos de soldados y varios helicópteros  del Ejército y la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), se informó. 
 
Varios de los helicópteros similares al que se estrelló este miércoles  fueron donados por Estados Unidos a Bogotá, en el marco del Plan Colombia de  lucha antidrogas y contrainsurgente, a cuya aplicación se oponen rotundamente  los guerrilleros comunistas. 
 
En Curumaní y otras localidades de Cesar operan los rebeldes de las Fuerzas  Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación  Nacional (ELN), así como los paramilitares de extrema derecha de las AUC,  enemigos acérrimos de la insurgencia. 
 
Las fuentes militares descartaron que el helicóptero hubiera sido derribado  por el fuego rebelde, insistiendo en que se fue a tierra por fallas mecánicas y  por el mal tiempo. 
 
Las FARC, la mayor fuerza rebelde del país con unos 17.000 combatientes,  han afirmado en otras ocasiones haber impactado a tiros y con cohetes varias   aeronaves al servicio del Ejército colombiano. 
 
El grupo guerrillero afirmó haber derribado el 13 de febrero último en las  selvas del sur de Colombia una avioneta de inteligencia norteamericana, en la  que viajaban cuatro asesores estadounidenses y un militar colombiano, y  capturado a tres de los extranjeros. 
 
La jefatura de las FARC señaló que los rehenes estadounidenses serán  liberados mediante un canje entre 23 políticos -entre ellos la ex candidata  presidencial colombiana Ingrid Betancourt- y medio centenar de militares y  policías que mantiene en su poder por insurgentes presos.